Miscelánea

Valor y espíritu inquebrantable esencia de bomberos

¿Qué se necesita para ser bombero y arriesgar la vida por los demás? Entusiasmo, valor, capacitación, preparación y espíritu de servicio a la sociedad, es lo que caracteriza a quienes ejercen esta labor.

Con capacitación constante, equipo de última tecnología y, sobre todo, con una inquebrantable vocación de servicio, los integrantes del Heroico Cuerpo de Bomberos de la UNAM están listos para acudir a enfrentar cualquier situación.

Los 73 elementos que conforman el Departamento de Prevención y Combate de Siniestros trabajan los 365 días del año, los siete días de la semana, las 24 horas del día, para atender emergencias y prevenirlas.

En la Universidad, relata el comandante Roberto Hernández Camarillo, jefe del equipo, trabajamos como “bomberos prevencionistas”, es decir, se hacen estudios y análisis, en conjunto con personal de Protección Civil, y de ahí se establecen recomendaciones para mitigar y minimizar riesgos.

El Cuerpo de Bomberos de la Universidad Nacional cuenta actualmente con tres camiones motobomba, tres autotanques, seis unidades ligeras y una Polaris (vehículo más pequeño pero versátil, que “pasa por dondequiera porque es todo terreno”), señala el “jefe vulcano”.

Con motivo del Día del Bombero, que se conmemora este 22 de agosto detalla que el cuerpo que él dirige cuenta con equipo de última tecnología: chaquetones, pantalones y cascos. “Antes, la carga del equipo de protección personal pesaba 14 kilos. Hoy hablamos de siete kilogramos; es más seguro y ligero”.

Dentro del campus universitario atienden, principalmente, incendios forestales en la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel e inundaciones, también acuden a servicios como conflagraciones de inmuebles, en las alcaldías Coyoacán, Tlalpan y Álvaro Obregón, de la Ciudad de México, y “donde la emergencia sea mayor”, en coordinación con los cuerpos de emergencia capitalinos.

El Cuerpo de Bomberos de la UNAM se fundó en 1973 con diez elementos y sus primeras instalaciones se ubicaban en lo que hoy es la Dirección General de Personal, relata el “jefe vulcano”. A partir de 1986 la Estación de Bomberos se ubica a un costado del Estadio Olímpico Universitario.

Trabajamos para apagar incendios y también ofrecemos una variedad de servicios: atención a fugas de gas, accidentes automovilísticos, inundaciones, árboles caídos, recolección de fauna silvestre (como víboras o tlacuaches), rescate de perros y gatos, y “no hay día en que no salga algo”.

Relata el bombero Ricardo Varela Ávila con 33 años de servicio, quien ingresó cuando tenía 18 años de edad. Hoy, uno de sus hijos es parte del equipo. “Mi familia está contenta, aunque siempre con preocupación, porque sabemos cuándo salimos, pero no cuándo vamos a regresar”.

Ricardo Varela añade que cuando hay un incendio “es mentira que salimos sin miedo, somos seres humanos y sí lo sentimos”; lo único que hay que hacer es tomar todas las precauciones.

Pero al mismo tiempo “se siente bonito salvar vidas y ser reconocidos por la sociedad. Es un honor cumplir otro año más y un logro estar aquí para celebrar, este día 22, otro Día del Bombero”. PdC.

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