Una bolita, irritación, hundimiento, enrojecimiento o quizá un aumento del grosor del seno, son algunos de los signos de cáncer de mama, no obstante, las señales de advertencia pueden ser distintos en cada persona. Algunas no tienen ningún tipo de signos o síntomas.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, este tipo de cáncer se presenta más frecuentemente como un nódulo o engrosamiento indoloro en el pecho.
Por eso es importante que las mujeres que detecten hinchazón anormal en el seno, acudan a un profesional de la salud sin demorarse más de uno o dos meses, aunque no sientan ningún dolor asociado al nódulo.
Hay que recordar que al primer signo de un posible síntoma, contribuye a un mayor éxito del tratamiento.
El organismo refiere que generalmente los síntomas del cáncer de mama son los siguientes: un nódulo o engrosamiento en el seno, la alteración en el tamaño, forma o aspecto, aparición de hoyuelos, enrojecimiento, grietas u otra alteración en la piel.
Así como cambio de aspecto del pezón o la alteración en la piel circundante (areola); y/o secreción anormal por el pezón.
Existen diversas razones por las que se desarrollan nódulos mamarios, que en su mayoría no son cáncer. Hasta el 90 por ciento de las masas mamarias no son cancerosas.
Entre las anormalidades no cancerosas del seno figuran las masas benignas como los fibroadenomas y los quistes, así como las infecciones. El cáncer de mama puede manifestarse de muy diversas formas, por lo que es importante realizar un examen médico completo.
Las mujeres con anormalidades persistentes (que por lo general duren más de un mes) deberían someterse a algunas pruebas, como la obtención de imágenes de la mama y en algunos casos la toma de muestras de tejido (biopsia) para determinar si la masa es maligna (cancerosa) o benigna.
Los casos de cáncer avanzado pueden erosionar la piel y causar llagas abiertas (ulceraciones) que no son necesariamente dolorosas. Las mujeres con heridas que no cicatrizan en los senos deberían someterse a una biopsia.
El cáncer de mama puede diseminarse a otras partes del organismo y desencadenar otros síntomas. A menudo, el primer lugar más habitual donde se puede detectar la propagación es en los ganglios linfáticos situados en la axila, aunque es posible tener ganglios linfáticos cancerosos que no puedan detectarse.
Con el tiempo, las células cancerosas pueden diseminarse a otros órganos, como los pulmones, el hígado, el cerebro y los huesos. Cuando alcanzan esos órganos, pueden aparecer nuevos síntomas relacionados con el cáncer, como dolor óseo o cefaleas.
Por eso es importante la autoexploración para que al primer síntoma acudir al médico para que mediante formas de diagnóstico más especiales, se dictamine si se padece o no de este mal.
Pues aunque muchas afecciones pueden causar bultos en las mamas, entre ellas el cáncer, sin embargo, la mayoría de los bultos en las mamas son causados por otras afecciones médicas.
Las dos causas más comunes de bultos en las mamas son la enfermedad fibroquística y los quistes.
La enfermedad fibroquística produce cambios en las mamas que no son cancerosos y que pueden causar bultos, sensibilidad al tacto y dolor. Los quistes son pequeños sacos llenos de líquido que pueden formarse en las mamas. PdC.
Foto de Nadezhda Moryak.