Al Paciente con Amor

Riesgos en el corazón por estrés

No cabe duda que el estrés es un detonante con mucho poder, al grado que puede llevar a un infarto agudo al miocardio, y es que los especialistas han encontrado que existe una relación entre padecimientos cardiovasculares y la salud mental.

Pacientes con diagnóstico establecido de depresión y/o ansiedad tienen un riesgo cuatro veces mayor de presentar problemas en el corazón o los vasos sanguíneos.

Además, el estrés es claramente un detonante de infarto agudo al miocardio o espasmo coronario; es decir, estrechamiento temporal y súbito de una de las arterias coronarias que suministran sangre y oxígeno a ese órgano.

Y es que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte a nivel mundial. Se desarrolla cuando hay un daño al corazón por cuestiones biológicas, que a veces son genéticas.

Pero otros casos se dan por los estilos de vida y factores de riesgo asociados, debido al tipo de actividad de las personas, comenta la profesora de la Escuela Nacional de Trabajo Social, Irma Leticia Canela.

Explica que hay urgencias reales y “sentidas”; en el último caso se trata de, por ejemplo, un dolor en el pecho que nos hace creer que tenemos un problema cardíaco; los diagnósticos de gabinete y laboratorio indican si efectivamente lo hay. Sin embargo, cuando existen síntomas no diagnosticados, como en ese caso, “trabaja” la parte mental y emocional.

De acuerdo con la psiquiatra y profesora de la Facultad de Medicina, Karla Vanessa García Mejorado, si bien la enfermedad cardiovascular no se puede definir como psicosomática, varias de sus manifestaciones pueden llegar a serlo.

En ocasiones se presenta estrés postraumático por haber estado en terapia coronaria intensiva; pacientes llegan a consulta psiquiátrica después de haber estado hospitalizados, con recuerdos del cateterismo y de casi haber perdido la vida, y requieren seguimiento.

De 20 a 25 por ciento tienen depresión en el primer mes. Además, si el enfermo manifiesta síntomas ansiosos o depresivos y no se detectan, es probable que el apego al tratamiento farmacológico sea menor.

La especialista cuestionó: qué pasa en la psique de un individuo que aun sabiendo que tiene algún padecimiento prefiere “morir contento” y comiendo lo que quiere, a modificar su dieta.

Varios pacientes son ansiosos, deprimidos, con una mala red de apoyo, que necesitan que el médico les brinde la información, con empatía, comentó la experta García Mejorado durante el evento Hablemos claramente, organizado por el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM. PdC.

 

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