¿Tienes una idea de lo que contienen las mil 200 cajas que el Archivo Histórico de la UNAM resguarda sobre la Revolución Mexicana?
Para empezar, ahí se reúnen documentos, memorias y hasta artículos personales de los actores revolucionarios; de los políticos y literatos que participaron y/o documentaron la Revolución Mexicana, material clave para entender la transformación del país.
En centenares de cajas -cerca de mil 200- el AHUNAM conserva memorias, recortes periodísticos, transcripciones, cartas, así como cientos de fotografías y rollos de microfilmes.
Por ejemplo, en el fondo Martín Luis Guzmán hay un pañuelo que perteneció a Francisco Villa y que Austreberta Rentería le habría dado a Nellie Campobello.
En el de Heriberto Jara Corona, que se integró al Partido Liberal Mexicano de los hermanos Flores Magón además de documentos, está su silla de montar.
Bajo el resguardo del Archivo Histórico de la UNAM (AHUNAM) está también el archivo de Francisco Luis Urquizo Benavides, autor de obras como Fui soldado de levita de esos de caballería; 3 de Diana; La ciudadela quedó atrás, que incluye material importante de su participación en la Revolución.
Fue maderista y carrancista -testigo de la Decena Trágica en 1913- y el encargado de la formación del nuevo ejército mexicano en 1917, explica el historiador y técnico académico del AHUNAM, José Roberto Gallegos Téllez Rojo.
Otros fondos que preserva la UNAM son el del maderista y miembro del Ejército constitucionalista, Blas Corral Martínez; así como del militar Marciano González Villarreal; y del jefe del Estado Mayor de Venustiano Carranza, Jacinto Blas Treviño.
Gallegos Téllez Rojo explica que el AHUNAM es relativamente reciente, pues se creó en 1964, pero pronto ganó fama y prestigio, pues al ser parte de la Universidad Nacional, espacio plural y autónomo, más personalidades o herederos les han confiado sus acervos.
Por ejemplo, los familiares de quienes lucharon en la Guerra cristera entregaron a la UNAM sus fondos documentales.
O también se puede consultar el proceso judicial a Francisco I. Madero, de 1910, que incluye una edición facsimilar, el documento original y una transcripción.
Entre 2016 y 2017 también elaboraron un sitio sobre fotografías de Emiliano Zapata, al cual le siguieron dos: uno sobre el movimiento estudiantil de 1968 y otro de la autonomía de la Universidad Nacional. Actualmente trabajan en dos micrositios más y en el desarrollo de una app sobre el Barrio Universitario.
El AHUNAM, asegura el académico universitario, es un lugar maravilloso en el que se pueden pasar horas leyendo, descubriendo datos de nuestra historia e imaginando, pues es parte del proceso para definir los problemas de nuestro tiempo y buscarles soluciones. PdC.