Miscelánea

Residuos de la construcción pueden reutilizarse

La construcción de edificios para habitar o para laborar puede verse como un síntoma de desarrollo, sin embargo también es un gran impacto al medio ambiente pues muchos de los materiales sobrantes son depositados en lugares inadecuados que a la larga contaminan ríos, aire y suelos.

Para evitar daños al entorno en el Instituto de Ingeniería de la UNAM fabrican bloques o ladrillos con los residuos de las construcciones.

La científica María Neftalí Rojas Valencia y sus colaboradores han fabricado bloques o ladrillos con diferentes formas y tamaños, para aprovechar los desechos de la construcción.

El desarrollo que está patentado utiliza los residuos más pequeños obtenidos de la tala, en una mezcla donde se usó un elemento innovador: el mucilago, sustancia viscosa del nopal, para sustituir el uso de agua y cal.

Y es que resulta que cada día se generan en la Ciudad de México aproximadamente 14 mil toneladas de residuos de construcción y demolición; de esta cantidad únicamente mil toneladas se reciclan.

En tanto, cada año tan sólo en la alcaldía Miguel Hidalgo se originan 400 mil; en Álvaro Obregón más de un millón; y Benito Juárez, supera 200 mil, por ejemplo.

Lo anterior es un grave problema, expone la investigadora del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, María Neftalí Rojas Valencia, pero también se presenta como oportunidad para utilizarlos como materia prima, a fin de elaborar productos útiles para nuevas edificaciones.

La experta en ingeniería ambiental explica en en investigaciones que han continuado desde 2015, han mezclado residuos de construcción con aserrín, desechos de las industrias azucarera y papelera, PET, vidrio y cartón, con buenos resultados.

Las combinaciones son sometidas a diversas pruebas, entre ellas de erosión e intemperismo: en una cámara se simulan los rayos ultravioleta y la lluvia ácida, y se determina qué les pasa a los nuevos materiales; incluso se proyecta lo que les ocurrirá a futuro.

“Tenemos la fortuna de contar con especialistas y equipos en el Instituto de Ingeniería donde nos ayudan a hacer pruebas de los ladrillos, como las de resistencia a la compresión”. Con todo ello cubrimos lo que solicita la normativa, de manera eficiente y controlada, afirma la universitaria.

Los ladrillos con agregados reciclados presentan excelentes resultados y tienen múltiples ventajas: disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero porque no requieren cocción.

Además señala la experta que se reduce la explotación de bancos de materiales vírgenes, se minimiza el costo de transporte y se pueden modificar tamaños y formas, de acuerdo con las necesidades, entre otras ventajas.

Otra innovación que hemos trabajado, precisa Neftalí Rojas, son los desecadores solares para secar los ladrillos, pero sin originar gases de efecto invernadero, porque no se utiliza leña, llantas o aceite, como se elabora de forma convencional. PdC.

Foto de Pixabay.

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