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Temblor del 19 septiembre del 17 el más dañino

Inevitablemente los recuerdos surgen cuando vemos los estragos físicos y materiales que provocan los sismos; no importa en qué parte del mundo ocurran, el dolor y lo devastador es igual o peor.

Nuestro país ha sido testigo y víctima de lo mortal que puede ser un terremoto, como los ocurridos el 19 de septiembre de 1985, 19 de septiembre de 2017 y 19 de septiembre de 2022.

A propósito de estos desastres naturales ¿sabías que el temblor del 19 de septiembre de 2017 es considerado por los expertos como el sismo más dañino para la Ciudad de México en los últimos 100 años?

De acuerdo al investigador del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, Sergio Alcocer Martínez de Castro refiere que dicho movimiento se puede considerar como el sismo intraplaca más cercano y dañino.

Al comentar el libro “Los sismos de Septiembre de 2017”, señaló que es importante revisar de manera periódica los cambios que pueda sufrir la zonificación geotécnica y sísmica, porque los daños estuvieron concentrados en la autoconstrucción.

“Necesitamos profesionalizar a la industria de la construcción, no solo desde el diseño sino en el uso adecuado de los materiales para las condiciones que se requieren. Evitar concretos de menor resistencia, más porosos, y con menor vida útil para impedir el comportamiento sísmico pobre”.

Existe, además, falta de protocolos en la evaluación postsísmica. “En estos sismos los cuerpos de emergencia fueron superados y, como en otras ocasiones, tuvieron que ser apoyados por la sociedad y la iniciativa privada”.

 Tenemos que avanzar en la zonificación sísmica. La Ciudad de México es la más estudiada, pero no es el caso de los sitios costeros; además, se requiere mayor participación de especialistas en ingeniería sísmica en los medios de comunicación, con el propósito de brindar información objetiva y orientar a la población en diferentes momentos. Es una tarea urgente.

Estamos lejos de considerar la resiliencia en los inmuebles, porque todavía no solucionamos el problema del colapso; tenemos que remediar que los edificios no se caigan, y después hablar de niveles de recuperación de la funcionalidad en menos tiempo, afirmó el investigador Sergio Alcocer.

Mientras no lo resolvamos, simplemente estaremos engañándonos sobre lo que realmente son los alcances de la ingeniería sísmica mexicana.

El también investigador del II, Mario Ordaz Schroeder, preguntó durante su presentación si el movimiento del 19-S en 2017 había sido un sismo inesperado: la respuesta, dijo, es no. Empíricamente se sabía que la frecuencia de aceleraciones producidas por estos temblores intraplaca es parecida a las frecuencias de ocurrencia de las aceleraciones generadas por los temblores de subducción. PdC.

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