La Loca del Gato y otras

El “cono de la vergüenza”

En alguna ocasión nuestros peludos, al sufrir alguna intervención quirúrgica han tenido que utilizar el collar isabelino, para algunos de nosotros conocido como el “cono de la vergüenza”, calificativo que se ha hecho muy popular gracias a la película “UP” donde el hermoso peludo Dug, que dicho sea de paso es un peludo amoroso y tranquilo, lo usaba ya que dentro de la manada a la que pertenecía esto era una degradación social.

Al usar este cono alrededor del cuello hacen que los pilluelos parezcan una lámpara y aunque puede ser incómodo, es un artículo muy útil para evitar problemas más serios después de cualquier intervención.

El collar isabelino se conoce de esta manera debido a la similitud que tiene con la ropa que usaba la Reina Isabel I de Inglaterra.

El objetivo de que el peludito tenga el famoso “cono de la vergüenza” es evitar que el lomito o michi, se rasque o lama alguna zona de su cuerpo que tenga algún tipo de afectación, como una operación, inflamación o lesión, esto para evitar más daño o infección por su saliva.

El collar isabelino se coloca alrededor del cuello del peludito de forma ajustada para que la cabecita se aísle del resto del cuerpo.

Es normal que durante el tiempo que usan el cono, nuestras mascotas se muestren incómodas, agresivas y temerosas, sin embargo, es necesario mantener esta herramienta para prevenir un daño mayor en su salud.

Es importante asegurarse de que tu veterinario lo coloque en una posición que le permita a tu peludito comer y descansar de una forma óptima, que no esté apretado y si ves un cambio en su ánimo, provee de cuidados y cariño para que se sienta mejor.

En mi caso los mosqueteros han utilizado el “cono de la vergüenza” en diferentes ocasiones, y la ventaja de este producto es que en el mercado hay una gran variedad que permite que lo puedas poner y quitar en determinado momento.

Por ejemplo yo se los he quitado para que puedan comer más a gusto o cuando han estado echados a mi lado para que descansen un poco.  Eso sí, con una gran supervisión para que en el momento que intenten hacer algo que no pueden de inmediato se les vuelve a colocar.

Espero que esta información que comparto con ustedes del blog mascotas.com, les sea de utilidad y cuando tengan sus “bendiciones” que utilizarlo los mimen más para que se sientan más cómodos.

“Se puede decir cualquier tontería a un perro y el perro nos mirará como diciendo; ¡Por Dios! ¡Tienes RAZÓN! ¡Eso JAMÁS se me ocurrió!”. – Dave Barry. Escritor

Como siempre te deseo muchas huellitas 🐾🐾🐾 de amor en casa. PdC.

Escrito por La Loca del Gato 🐈 y Otras…

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