Antes el noviazgo era una etapa para conocerse, saber si esa persona que te “movía el piso”, que te hacía “sentir mariposas” podría ser la “pareja ideal”, ser tu “media naranja”, convertirse en tu pareja para pasar el resto de tu vida junto a ella. Los tiempos actuales han ido diluyendo esa parte romántica de la relación.
¿Y por qué o cómo? Las redes sociales tienen mucho que ver; revolucionan todas las áreas, entre ellas las de las relaciones interpersonales, comenta la experta Melissa García Meraz, porque hay una tendencia de los individuos a buscar información acerca de la pareja.
Antes te tardabas en conocer a una persona, en cambio ahora recibimos demasiada información en su perfil, donde muestran una especie de ventana, se puede conocer a su círculo de amistades, incluso favorecen la intimidad inmediata, refiere la académica de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, Melissa García.
Pero, a pesar de esta visualización positiva, también tienen un lado negativo. Quienes pasan más tiempo en las redes desarrollan situaciones ansiosas frente a la pareja, pues pueden conflictuarse si la otra persona está en línea y no se comunica con ella, alerta la universitaria.
Con estas herramientas, quien vigila a la pareja se puede volver obsesivo y ejercer un proceso de intrusión, incluso de violencia, que no respeta la privacidad. Aquellos que desarrollan apego y ansiedad hacia el otro, tienden a no emplear las redes sociales de manera positiva.
“Somos seres sociales que buscamos para encontrar a otro. A veces encontramos a personas parecidas a nosotros, y a veces a otras muy diferentes que nos sacan de nuestra zona de confort o nos brindan aprendizaje. Es hermoso”.
El fin de una relación, expone, comienza a verse no como un fracaso, sino como una experiencia que muestra la fortaleza de los individuos.
De la unión libre y el matrimonio, la experta comenta que los conflictos son diferentes en parejas casadas que en las que no lo están. Estas últimas los enfrentan de manera más abierta que quienes están en matrimonio.
“Hay una especie de visualización de que cuando estás en matrimonio estás en una institución, que es algo muy formal y tienes más barreras para salir”, señala.
En épocas pasadas, rememora, la unión libre era vista como una especie de prueba previa al matrimonio, pero ahora es una opción de vida.
Pero ya sea en matrimonio o en unión libre, en noviazgo o en la relación que se esté, para no separarse, es fundamental darle mantenimiento a la relación.
Comunicarse, planear juntos, hablar de los sentimientos y emociones, tener tiempo libre para los dos. De esta manera, es probable preservar la relación, señala la especialista. PdC.
Foto de vjapratama.