Quizá no hayas oído hablar de él, pero está en vías de extinción y de ir desapareciendo va a llegar el momento que no sepamos más del pájaro campana, una ave nativa del centro este de América del Sur.
El pájaro campana, el ave nacional de Paragua desde el 2004, está amenazado por la pérdida de su hábitat, por su caza intensiva para el mercado de mascotas, la urbanización, industrialización, expansión de la agricultura, la colonización y la construcción de rutas asociadas.
De acuerdo al portal Naturalista, esta especie ha sido calificada como amenazada de extinción en grado vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, ya que su población estimada en aproximadamente cuatro mil individuos está en rápida decadencia por la pérdida de su hogar debido a la deforestación y comercio ilegal.
Se distribuye por una amplia área del este de Brasil, noreste de Argentina y el este de Paraguay. Tiende a habitar en el dosel y en los bordes de las selvas subtropicales y tropicales húmedas bajas de la mata Atlántica.
El pájaro campana tiene patas grises con plantillas amarillentas, ojos laterales con el iris casi negro. Entre macho y hembra existe una marcada diferencia morfológica, difiriendo mucho en tamaño y color. Esta divergencia se da al cumplir un año de vida y alcanzar la madurez sexual.
El macho mide 28 centímetros y pesa más o menos 200 gramos, es blanquecino con áreas sin plumas en la cara y la garganta, la piel es de color celeste verdosa; mientras que la hembra mide 26 centímetros y pesa 150 gramos, tiene la cabeza cenicienta, el dorso verde oliva y el vientre amarillento.
A los tres años de edad, tiene el plumaje de adulto. Se reproduce en primavera y verano. El nombre común proviene de su canto, semejante al eco de un golpe metálico.
No importa que no sean aves que no habiten en nuestro país, pero son seres vivos que forman parte del mundo animal de nuestro planeta, y tan solo por ello debemos cuidarlos. PdC.
Foto tomada de Wikipedia.