*DIU e implantes subdérmicos: 99.9% de efectividad
Los dispositivos intrauterinos (DIU) e implantes subdérmicos son los métodos anticonceptivos más seguros y de duración prolongada para evitar un embarazo.
Por sus características, el DIU y el implante son los más recomendables durante la adolescencia, ya que después de colocarse, sólo se necesita acudir a revisión cada determinado tiempo, de acuerdo con el método, con el propósito de asegurar su efectividad, que es de 99.9 por ciento.
Refiere el coordinador de Medicina de la Adolescente del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) “Isidro Espinosa de los Reyes”, de la Secretaría de Salud, Alejandro Rosas Balan.
La mejor fórmula es la anticoncepción dual; es decir, uso de dispositivos intrauterinos o implantes subdérmicos y el condón, ya que este último disminuye el riesgo de infecciones de trasmisión sexual, y su efectividad para prevenir embarazos es de 92 por ciento.
El especialista explica que el resto de los métodos también tienen alta confiabilidad, solo que deben suministrarse de forma diaria, semanal o mensual, dependiendo del tipo: pastillas, inyecciones, parches o anillo vaginal.
Falta de información…
Los principales factores de embarazo en la adolescencia son la falta de educación en salud sexual y reproductiva, ya que las adolescentes, aunque dicen conocer los métodos anticonceptivos, en muchos casos desconocen su funcionamiento, seguimiento o contraindicaciones, indica el experto.
Y no solo el desconocimiento del método, sino los nombres de los órganos sexuales, higiene menstrual, cuándo acudir al ginecólogo, primera consulta. Toda esta información, la población en general, y no sólo las adolescentes, la desconocen, añade el coordinador.
Otro aspecto es que muchas mujeres prefieren los métodos naturales, los cuales tienen menos efectividad para prevenir un embarazo no deseado.
El embarazo adolescente aumenta la morbimortalidad, debido a que las mujeres presentan más riesgo de anemia, parto pretérmino, infecciones de trasmisión sexual y ruptura prematura de membranas que conllevan al nacimiento prematuro.
Los hijos de mujeres adolescentes tienen ocho veces más riesgo de presentar defecto estructural de la pared abdominal, denominado gastrosquisis, que pone en riesgo su vida y sólo se corrige con cirugía; asimismo, la mamá puede desarrollar preeclampsia y hemorragia obstétrica, que aumentan la posibilidad de fallecimiento.
El embarazo adolescente, agrega el especialista, no sólo es un problema de salud pública, sino multifactorial, que involucra los aspectos cultural, económico y social, debido a que las jóvenes, en muchas ocasiones, truncan su educación y deben comenzar a trabajar. PdC.
Foto de Max Fischer.