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Dieta saludable y ejercicio para prevenir hígado graso

La característica principal del hígado graso es el exceso de grasa almacenada en las células hepáticas, un padecimiento cada vez más común en todo el mundo.

De acuerdo a información de Mayo Clinic, generalmente no causa signos ni síntomas, pero cuando se manifiesta puede producir fatiga y dolor o molestia en la parte superior derecha del abdomen.

Los expertos no saben exactamente por qué algunas personas acumulan grasa en el hígado mientras que otras no. De manera similar, no se termina de entender por qué algunos hígados grasos desarrollan inflamación que avanza hasta la cirrosis.

La enfermedad del hígado graso no alcohólico y la esteatohepatitis no alcohólica están relacionadas con el sobrepeso u obesidad, resistencia a la insulina, las células no absorben azúcar en respuesta a la hormona insulina.

También tiene que ver con azúcar alta en la sangre (hiperglucemia), lo que indica prediabetes o diabetes tipo 2. Así como niveles altos de grasas, particularmente triglicéridos, en la sangre.

Estos problemas de salud combinados parecen favorecer el depósito de grasa en el hígado. Para algunas personas, este exceso de grasa actúa como una toxina para las células hepáticas, lo que causa inflamación del hígado y esteatohepatitis no alcohólica, lo que puede llevar a una acumulación de tejido cicatricial en el hígado.

Se estima que entre un 20 a 30 por ciento de la población mundial presenta hígado graso (esteatosis hepática no alcohólica), una de las causas más frecuentes de alteraciones crónicas en las pruebas de función hepática en individuos que no presentan síntomas.

De acuerdo a la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud (SPPS), ocurre cuando la acumulación de grasa en las células hepáticas provoca inflamación del hígado lo que puede desarrollar fibrosis (cicatriz por la inflamación constante) y, finalmente, provocar daño hepático crónico o cirrosis.

Existen condiciones que se asocian con la presencia de este padecimiento como obesidad, diabetes mellitus, dislipidemia metabólica relacionada con los lípidos y colesterol, pérdida rápida de peso, el uso de ciertos medicamentos (como los glucocorticoides) y/o la exposición a petroquímicos.

El diagnóstico de hígado graso se realiza mediante ultrasonografía, pruebas de función hepática y biopsia hepática; habitualmente se sospecha de esta afección en personas con esas enfermedades y se trata la causa para evitar que el hígado graso se complique en padecimientos más graves.

Por lo anterior es muy importante llevar una alimentación adecuada y balanceada, además, de realizar actividad física diaria.

Mayo Clínica recomienda elegir una dieta saludable basada en plantas que sea rica en frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables.

También mantener un peso saludable. Si tienes sobrepeso o eres obeso, reducir el número de calorías que se consumes cada día y hacer más ejercicio, pero si se tiene un peso saludable, tratar de mantenerlo eligiendo una dieta saludable y haciendo ejercicio; actividad física, de preferencia si se puede, toda la semana.

Ante este panorama, en el Senado de la República se llevó a cabo el foro informativo: “Hígado Graso en México: un problema silencioso de salud pública”, en donde se dijo que 60 por ciento de los mexicanos tienen obesidad, un porcentaje similar diabetes, y esto genera, casi siempre, hígado graso.

En el evento, se dijo que el hígado graso es un problema de salud que afecta a la población en general debido a varios factores que contribuyen al desarrollo de esta enfermedad como la obesidad, diabetes y los malos hábitos alimenticios.

También se dijo que se requiere de programas efectivos que incluyan la promoción de entornos saludables, que fomenten la actividad física; además de mantener la regulación de la publicidad de alimentos poco saludables, así como promover políticas alimentarias que reduzcan el consumo de grasas saturadas y azucares añadidos.

México es un país cuya población reúne varios factores de riesgo para esta enfermedad y su prevalencia podría superar el 50 por ciento, por lo que advirtió que el panorama a mediano plazo es pesimista si no se toman acciones inmediatas para contrarrestar lo que ya se considera un problema de salud pública.

El objetivo de este tipo de conversatorios es concientizar sobre los riesgos del hígado graso y, a su vez, promover su detección temprana a través de pruebas de función y ecografías hepáticas. PdC.

Con información del blog de la Secretaría de Salud, Mayo Clinic y del comunicado de prensa del Senado de la República.

 

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