Es bajo el número de personas que donan sangre por miedo a las agujas o por la creencia de que les puede pasar algo, sin embargo, ¿sabías que con menos de medio litro se puede salvar tres vidas y el que dona reducir el riesgo de padecer infartos?
En menos de una hora, que es lo que tarda en extraerse la sangre, una persona puede mejorar la salud de quien la necesita.
La estancia para donar sangre en alguno de los 464 bancos que hay en México puede durar de 50 minutos a una hora, tiempo durante el cual se lleva a cabo el proceso in situ y la extracción.
Y los beneficios más pues con 450 mililitros podrían salvarse tres vidas, al aumentar la esperanza de vida, mejorar las condiciones ante padecimientos letales, y además permite llevar a cabo procedimientos quirúrgicos de manera segura, comenta la académica y secretaria de Atención a la Comunidad Estudiantil, Rocío Valdez Labastida.
Pero no solo se beneficia el paciente, para quien dona la sangre le favorece su flujo sanguíneo, le reduce el riesgo de padecer infartos, accidentes cerebrovasculares, le renueva el proceso celular y le equilibra dichas funciones o depósitos de hierro, aclara la docente Paula Santiago Martínez.
“450 mililitros representan solo el siete por ciento de la sangre de un donante, y no contribuye a ninguna inestabilidad en ella o él; hay que acercar ese tipo de información a la población en general. Cabe mencionar que dos de los tipos de sangre muy difíciles de obtener son: O Negativo, y la de tipo AB”, indica la académica.
La también médico cirujana expone que se cuenta con una estadística en México sobre el grupo de sangre que predomina. “Se trata del A Positivo y el O Positivo con una estadística aproximada de 36 por ciento, y uno menor que es el O Negativo con un siete por ciento, conminamos a la población en general a que conozca su grupo sanguíneo”.
Mitos y verdades…
De acuerdo con Rocío Valdez, las causas de resistencia a este gesto solidario se manifiestan, incluso, estadísticamente: falta de información, por situaciones médicas, pero sobre todo por creencias y mitos. “Aunque en general todo esto está enmascarado por el miedo a una venopunción, y por lo que pueda suceder después; eso se reduce a falta de información”.
“El miedo también puede ser un motivo, aunque debemos saber que la sangre es un tejido que se regenera. El volumen total que nosotros donamos se reestablece entre cuatro y cinco horas. Los glóbulos blancos en 12 horas, las plaquetas en tres días, y los que llevan más tiempo son los glóbulos rojos que tardan ocho semanas”.
Precisa que entre una donación y otra deben transcurrir de tres a cuatro meses, por lo que una persona sana podría llevarlo a la práctica tres veces en un año.
Los cuidados posteriores deben incluir una buena alimentación, rica en hierro, proteínas y restitución de líquidos vía oral, además de tener un reposo relativo.
Los mitos más comunes para evitar ofrecer este tejido, señala Valdez Labastida, son: ingesta de algún medicamento, cuando sí se puede realizar dependiendo del tipo de este, incluso al estar bajo tratamiento antihipertensivo.
Otro es haber padecido hepatitis. “Esta enfermedad generalmente cuando la contraemos de pequeños es de tipo A, lo que sí es compatible con la donación”.
Fumar, estar en periodo menstrual, incluso hablar de tatuajes y piercings deben impedirlo con seguridad. “Si ya han transcurrido seis meses desde tu último tatuaje, y en el caso de los piercings si te lo practicaron en un sitio con adecuadas medidas sanitarias pueden pasar incluso 12 horas para que puedas donar”.
La académica informa que la tasa de donación por cada mil habitantes en México, según el Centro Nacional de la Transfusión Sanguínea, en 2020 fue de 6.8, y de esta cifra solo tres por ciento fueron donadores altruistas.
Agrega que la Organización Mundial de la Salud esperaría que para 2024, por lo menos, uno por ciento de la población donara. Somos 128 millones de habitantes, deberíamos tener -por lo menos- un millón 280 mil donantes. A nivel mundial, los países de altos ingresos económicos tienen 32.6 por ciento de tasa por cada mil habitantes. PdC.