Miscelánea

¿Sabes si eres un nomofóbico?

¿Miras a cada rato tu celular, no lo apagas en ningún momento, te preocupa que se te acabe la batería y por lo mismo siempre estás en busca de un enchufe para recargarla, te angustia que no haya cobertura al lugar que vas y prefieres no ir, y te desvelas navegando en la redes sociales?

Si te ves retratado en estos cuestionamientos, posiblemente seas un nomofóbico, que aun cuando la nomofobia no está considerada todavía como una patología o un trastorno del comportamiento, si es una adicción al teléfono celular.

¿Qué es la Nomofobia?, se estarán preguntando. Es el miedo irracional que sienten muchas personas a no disponer del teléfono celular, ya sea porque lo han dejado en casa, se les ha gastado la batería, están fuera de cobertura, han agotado el saldo, se los han robado o simplemente se les descompuso.

Te platicamos que este término fue acuñado a raíz de un estudio realizado por la Oficina de Correos de España para evaluar el grado de ansiedad que llegan a padecer los usuarios de los denominados smartphones.

Según el estudio, las personas realizan alguna actividad con estos dispositivos una media de 34 veces al día.

El 58 por ciento de los hombres y el 48 por ciento de las mujeres sienten pánico al pensar en la posibilidad de no disponer de su teléfono móvil.

Nueve por ciento de poseedores de celulares, se estresan con sólo tener que mantenerlos apagados.

Más de la mitad justifican su nomofobia ante el aislamiento que les supone el no poder contactar o hablar con sus amigos o familiares y un 10 por ciento achacan su adicción a necesidades del trabajo, que les obliga a estar localizados permanentemente.

El uso desmedido de los llamados teléfonos inteligentes ha llevado a esta adicción, a una dependencia que también lleva a un aislamiento social, ya que la relación con el exterior se hace a través del whatsapp, las redes sociales, los juegos online, etcétera. En resumen, es para todo, menos para hablar.

Se busca pareja por internet y se rompe con ella utilizando el whatsapp, se mantienen conversaciones con muchos desconocidos y se cuelga cada detalle (imágenes, vídeos o cometarios) de la propia vida en las redes sociales. Y éste es un problema que se da con mayor frecuencia entre los jóvenes y especialmente los adolescentes.

¿Qué ocurre si se corta este hilo conductor de las relaciones sociales? Surge la ansiedad, nerviosismo, taquicardias, pensamientos obsesivos, dolores de cabeza y de estómago, resistencia al estrés e incluso ataques de pánico. Y todos ellos son propios de una situación de dependencia o adicción.

Los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística, de España, revelan que el 96 por ciento de las familias cuentan con al menos un teléfono móvil.

Y que el 77 por ciento de las personas que acceden a Internet lo hacen a través de este dispositivo electrónico que para muchos se ha convertido más que en algo indispensable en un foco adictivo que está generando un nuevo elenco de trastornos ligados a su uso.

En una palabra, las personas no son capaces de desconectarse del mundo electrónico que se han construido pues para ellos significa no existir, lo que da nombre a otros de los trastornos relacionados con la dependencia del móvil y al que recientemente se ha bautizado como fomo, del inglés fear missing out (miedo a estar desconectado). PdC.

 Con información de sanitas.es

 Foto de Breakingpic.

Deja un comentario

Your email address will not be published.

Te puede gustar