Miscelánea

¿Cuándo fue la última vez que escribiste a mano?

CDMX, Octubre 10/23.- ¿Cuándo fue la última vez que escribiste a mano por lo menos una palabra? ¿Hace un mes, una semana, ayer, hoy? Y es que con eso que ya todo lo anotamos con el teclado del teléfono celular, con las tabletas o con la computadora, cada vez escribimos menos con la mano.

Abandonar la conexión mano-cerebro sería riesgoso para la especie humana, alerta el director del Centro de Enseñanza Para Extranjeros de la Universidad Nacional, Domingo Alberto Vital Díaz.

Y tiene razón, desde que existen las calculadoras ya no usamos nuestro cerebro para realizar una operación matemática, una simple suma de dos cifras; nuestro cerebro se ha vuelto lento, pocos son los que tienen en la memoria el número telefónico de un amigo o familiar.

Ante la llegada de tecnologías como la inteligencia artificial (IA) es importante mantener la enseñanza de la escritura a mano, porque es una herramienta sustancial en el aprendizaje, afirma Vital Díaz.

Durante su participación en el Ciclo de Conferencias Magistrales Reflexiones y Enfoques de la Filología, en ocasión del 50 aniversario del Instituto de Investigaciones Filológicas (IIFL) de la Universidad Nacional, el doctor en Letras explicó:

Negarse a aprender a escribir es como decir: no voy a instruirme para manejar un coche porque ya hay piloto automático.

No, se debe aprender a manejar para gobernar mejor el piloto automático. Lo mismo, debo aprender a escribir para manejar todas las herramientas de apoyo, que las sepa dominar y ellas no me dominen a mí”, reflexionó el autor de La muerte de la cultura letrada (2016).

En este contexto, comentó que incidir de manera más eficiente en el uso de las redes sociodigitales y de la IA son de los grandes retos que enfrenta la filología. La UNAM tiene la preparación para constituirlos en oportunidades de crecimiento.

Se trata, prosiguió, de desafíos como en su momento fue el cine, pero tenemos que reflexionar sobre las innovaciones tecnológicas. A partir de que inició el siglo XXI se han inventado numerosos objetos, que ya los tenemos naturalizados “y ahí está la filología milenaria enseñando y aprendiendo”, apuntó durante la charla “La Filología del siglo XX”.

Respecto al uso de redes, Vital Díaz refirió que el IIFL y la Universidad han trabajado y pueden hacer más para ayudar a la población a mejorar su uso, como la utilización del lenguaje, es decir, la argumentación, comprobación, fundamentación y su vinculación con la ética.

A lo largo del tiempo, señaló, han mostrado, además de su aspecto favorable, que también tienen uno riesgoso, por lo que para emplearlas se requiere de mejor comprensión lingüística y ética.

Por ello, se debe trabajar también en llegar a las nuevas generaciones, que son sus mayores usuarias, no para inhibirlas, sino para mostrarles la riqueza de lo que tienen en las manos.

De igual forma, manifestó, la escritura está conectada con cuestiones cerebrales fundamentales, especialmente con la mano; es una conexión mano-cerebro que no podemos abandonar porque eso podría ser riesgoso para la especie humana.

Desde sus orígenes, detalló, las palabras han otorgado presencia al ser humano, porque le permiten manifestar sus intenciones, pensamientos y trascender.

El lingüista acotó que hoy en día las palabras, silencios, gestos y discursos son lo común en las relaciones sociales, razón por la cual si se reduce la escucha pueden generarse vacíos que podrían ser mal interpretados. PdC.

Deja un comentario

Your email address will not be published.

Te puede gustar