Los accidentes no son privativos de las calles o de las fábricas o de las oficinas; un evento desafortunado también puede suceder en el hogar, y varias son las causas, desde caídas en el baño hasta incendios por cortos circuitos o fugas de gas.
Esto significa que no estamos seguros en casa, aun cuando así debería ser, sucede lo contrario; y es que a decir verdad, de manera generalizada falta una cultura de prevención y desconocimiento de tecnologías para minimizar riesgos y por ende pérdidas humanas y de bienes materiales.
Uno pensaría que los incendios solo se dan en las fábricas o en las oficinas o en los comercios, sin embargo, datos de la National Fire Protection Association (NFPA), nos dicen que de cada 100 incendios en zonas urbanas, el 55.6 por ciento se registran en las casas-habitación y solo el tres por ciento en oficinas y/o edificios industriales.
De acuerdo al Consejo Nacional de Protección contra Incendio (Conapci), en México, los incendios, a diferencia de los sismos y huracanes, se presentan con más frecuencia de lo que sabemos y sus impactos son mayores.
En México en los últimos 10 años más de 6 mil personas fallecieron por exposición a fuego no controlado en construcción, por exposición de ignición de material altamente inflamable, explosiones o por contacto con líquidos calientes (bebidas y alimentos), siendo los grupos más vulnerables los más afectados, niños y adultos mayores.
Algunas de las principales causas son: descuidos humanos, instalaciones en mal estado, corto circuito, materiales de construcción altamente flamables y hasta un cigarro mal apagado.
Todo esto viene a colación porque a últimas fechas hemos visto que se han registrado incendios por cortos circuitos y fugas de gas en casas-habitación, lo que nos debe llevar a prevenir este tipo de accidentes en el hogar, ¿cómo?, haciendo una revisión periódica a nuestras instalaciones eléctricas y de gas. PdC.