Miscelánea

¿El ecoturismo, realmente es responsable con los espacios naturales?

CDMX, Octubre 22/23.- ¿Realmente el turismo de naturaleza o ecoturismo es amable con el entorno en donde se construyen centros para vacacionar y “convivir” con la flora y la fauna?

Pues a decir de la experta Rose Marie Menacho Odio, no, ya que el llamado turismo de naturaleza daña a la fauna silvestre.

Como ejemplo de los efectos nocivos a la fauna con las edificaciones construidas para el alojo de los visitantes e infraestructura para su diversión, narra lo que sucede en la zona de Monteverde, Costa Rica.

Explica que en ese sitio se estilan las casas con grandes ventanales para admirar la naturaleza. “Pero las aves tienen graves colisiones con ellas. Debido a que los vidrios reflejan el paisaje, los colibríes, jilgueros, pericos, tucanes y quetzales se acercan a gran velocidad y chocan con los vidrios por lo que mueren instantáneamente”.

Para evitar estos incidentes fatales, la investigadora del Programa de Manejo de Recursos Naturales de la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica, sugiere poner en las ventanas barrotes, cuerdas, adhesivos, mallas y cedazos.

Aunque reducen la estética para los visitantes, avisan a los animales de la existencia de un obstáculo.

Carreteras rompen su hábitat

Otra afectación son las carreteras, las cuales siendo necesarias para transportar personas y alimentos son infraestructuras que fragmentan el hábitat; algunos no las cruzan y esto propicia la extinción, refiere.

Especies como monos, tlacuaches, osos hormigueros, manigordos (felinos salvajes), osos perezosos, serpientes y hasta cangrejos son, con frecuencia, atropellados por los autos.

Tan solo de 2013 a 2021 hubo más de 300 animales arrollados en Monteverde, Costa Rica, informa.

Ciencia ciudadana

Para abatir este problema, Menacho Odio menciona algunas iniciativas de ciencia ciudadana, por ejemplo:

*Tomar fotos a los animales accidentados para crear conciencia.

*Y la edificación de pasajes subterráneos y puentes aéreos, a fin de que los ejemplares crucen sin pasar por la carretera.

Otros daños frecuentes se propician con las redes de distribución eléctrica, cuyos cables quedan tendidos entre los árboles y postes que trepan algunos animales, como los monos, quienes se electrocutan.

Normalmente se mueven por los árboles, pero cuando los humanos destruimos el bosque para construir, ellos usan los cables de electricidad.

“Muchas mamás mono mueren dejando a sus crías huérfanas, pues las traen en su espalda, y otros primates y osos perezosos quedan heridos de sus patas, a veces sin poderse reinsertar a su ambiente”.

Ante este problema, recomienda la poda preventiva y continua de las ramas, aislamiento de líneas eléctricas y transformadores, instalación de pasos aéreos e identificación de sitios prioritarios donde abunda la fauna silvestre.

Como medida general, incrementar las reservas y zonas protegidas donde se prohíban construcciones e infraestructura humana que destruya el hábitat.

El turismo de naturaleza daña a la fauna silvestre, señala experta, quien participó en la conferencia “Riesgos de la urbanización para la fauna silvestre en los espacios de turismo sostenible y ecoturismo”, organizada por el Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

La bióloga con posgrado en Manejo y Conservación de la Vida Silvestre, quien actualmente estudia las colisiones de aves con ventanas en esa nación de América central, argumenta que por esa razón se deben implementar medidas para reducir las afectaciones a las especies de animales por construcciones e infraestructura desarrolladas por el ser humano. PdC.

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