“Anatomía de una caída” llega como una tensa obra maestra de drama judicial, ganando el prestigioso premio Palma de Oro en el Festival de Cannes 2023 y consolidándose en la conversación cultural con cinco nominaciones al Oscar.
La trama se desenvuelve como un intrincado drama judicial que sigue a Sandra (Sandra Huller), una exitosa escritora acusada de asesinar a su esposo en su chalet aislado en los Alpes franceses.
¿Fue una caída accidental desde el balcón superior o un empujón intencional?
Más allá de la premisa universal y atractiva, la verdadera virtud de “Anatomía de una caída” yace en sus múltiples capas, algunas reveladas solo después de una reflexión profunda.
La película despierta preguntas, discusiones y reflexiones.
En el tribunal, la fiscalía y la defensa, representantes de fuerzas opuestas, buscan persuadir al jurado sobre la culpabilidad de Sandra. Sin embargo, la verdad detrás del acto final se desentraña al explorar las complejidades de su matrimonio con Daniel (Milo Machado).
Todo en la sala del tribunal se convierte en una construcción, una historia.
La fiscalía retrata a Sandra como una mujer fría y homicida, incluso sugiriendo que ha plasmado sus deseos oscuros en sus novelas. Mientras tanto, la defensa la presenta como una talentosa escritora lidiando con un esposo deprimido y resentido por su éxito, cuya volatilidad afecta a su familia después de un trágico accidente que deja ciego a su hijo.
Ambos argumentos resultan convincentes, dejando a la audiencia en un dilema sobre a quién creer y cuándo. La película mantiene un ritmo fluido, con el enfrentamiento verbal en la sala del tribunal asemejándose a un emocionante partido de tenis. La cinematografía hábilmente juega con el espectador.
Sandra Huller, reconocida con nominaciones a los premios Oscar, BAFTA y César, ofrece una actuación extraordinaria como Sandra, sin caer en sentimentalismos, pero impregnada de una furia justificada. El caso se centra en una grabación secreta hecha por Daniel antes de su muerte, revelando una acalorada discusión que concluye en una violenta pelea.
Ante la ausencia de hechos claros, lo que queda es una construcción, y la película desafía a la audiencia a elegir en quién creer y por qué. La trama explora la oscuridad de las relaciones y cuestiona si alguna vez existe igualdad entre las parejas o si es una narrativa que nos contamos a nosotros mismos.
“Anatomía de una caída” invita a reflexionar sobre nuestros procesos de pensamiento y cómo elegimos nuestras creencias. No solo narra una historia, sino que también se interesa en la forma de contar historias. A pesar de que el título sugiere una investigación forense, la película va más allá, cuestionando si está interrogando la muerte o la reacción social y cultural ante ella.
En resumen, la maestría en la dirección de Justine Triet y el agudo guion que coescribió con Arthur Harari hacen que las dos horas y media de esta obra maestra del misterio de asesinato en el ámbito artístico se sientan más breves que un episodio de alguna seria en plataforma streaming.
Crítica de Antelmo Villa.