¿Sabías que hasta un 70 por ciento de la población mexicana rechina o aprieta los dientes?
A esta parafunción, movimiento mandibular que no tiene ningún propósito funcional, se le conoce como bruxismo y su prevalencia es muy alta en nuestro país; generalmente lo padecen los adultos, sin embargo, los infantes también.
Se trata de una respuesta del organismo que tiene varias manifestaciones como: desgaste dentario, contractura muscular, dolor de cabeza y cuello, en casos más severos fracturas dentarias.
Para diagnosticar el bruxismo se utiliza la electromiografía, un estudio que permite evaluar la actividad muscular, y determinar qué tan alterada está, resultado que se asocia con el nivel de ansiedad o de estrés que tiene.
El padecimiento es multifactorial y se asocia a diferentes causas sistémicas o psicosociales. No tiene cura. “Como odontólogos podemos dar un tratamiento para paliar los síntomas.
Es decir, inhibir el desgaste, prevenir la alteración muscular, aliviar las contracturas y, en muchas ocasiones, los dolores periodontales (de la encía) o fracturas dentarias generados por el rechinamiento.
Señala la universitaria Claudia Ivonne Rodríguez Castañeda, quien fue premiada por la creación y aplicación de un electromiógrafo digital.
Con el cual se evalúan los efectos musculares asociados al nivel de ansiedad y estrés de los pacientes con bruxismo que acuden al Departamento de Trastornos Temporomandibulares y Dolor Orofacial de la División de Estudios de Posgrado e Investigación de la Facultad de Odontología de la UNAM.
El trabajo Asociación del nivel de ansiedad y estrés, y la actividad eléctrica neuromuscular, en coautoría con los académicos de la entidad, Fernando Ángeles Medina, Julio Morales González, Luis Antonio García y Nicolás Pacheco, obtuvo obtuvo el Premio de la Sociedad Española de Disfunción Cráneomandibular y Dolor Orofacial, SEDCYDO.
Claudia Ivonne, alumna de doctorado del Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias Médicas, Odontológicas y de la Salud de la UNAM, señala que recientemente obtuvo la patente para sus desarrolladores con apoyo de un proyecto PAPIIT-UNAM: los expertos de la FO y sus colaboradores del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav).
Explica que realizan la evaluación clínica con un electromiógrafo digital®, el cual mediante electrodos que se colocan de forma externa en los músculos de la masticación permiten determinar la actividad muscular, tanto en reposo como en función.
El equipo de electromiografía diseñado en el Departamento TTM cuenta con un software que brinda información relevante; el instrumento fue fabricado específicamente para el sistema masticatorio y por ello permite hacer diagnósticos más objetivos.
El electromiógrafo es parecido a un equipo de electrocardiograma, que funciona con electrodos colocados en los músculos que se desea analizar y un amplificador; funciona para medir los que están en reposo o en actividad. Evalúa fatiga, actividad muscular, equilibrio neuromuscular, etcétera.
Una vez patentado, ahora se trabaja en crear una aplicación y que las conexiones no usen cables, sino Bluetooth; “que sea algo más sencillo de usar para todos los odontólogos”.
Aunque la obtención de la patente es reciente, el desarrollo del equipo ha llevado cerca de 12 años con el financiamiento de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico de la UNAM.
El diseño, único en su tipo, permite valorar a los pacientes que presentan algún grado de alteración funcional de los músculos de la masticación, y monitorearlos durante el tratamiento.
Ha sido probado en personas referidas por la Clínica de Recepción y Diagnóstico de la Facultad, y de otras instancias, como el ISSSTE, IMSS, los hospitales Manuel Gea González y Federico Gómez, o el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.
La innovación, basada en algoritmos y que también tiene un hardware, desarrollada en la FO en colaboración con el Cinvestav, está lista para su transferencia tecnológica. PdC.
Foto de Karolina Grabowska.