Así como es graciosa esta abejita que intenta poco a poco meterse a la taza de café para darle una probadita, así es esta anécdota que nos envió una de nuestras lectoras y que a continuación les presentamos…
“Te cuento que hay un café en la plaza de Chedraui, no me acuerdo cómo se llama y eso que lleva algunos años ahí, pero prometo conseguir el nombre. Un día estábamos tomando café mi esposo y yo, siempre tomamos capuchino porque nos gusta mucho.
Estábamos mi esposo, mi hija, mi sobrina y yo. Mi hija pidió un frapuchino que contiene café y chocolate. Mi sobrina le dijo a su prima, ¿me das una probadita? y nosotros luego luego respondimos: solo una probadita, la niña tenía como cuatro o cinco años; y le vuelve a pedir una segunda probadita y le dijimos que no, la verdad era muy fuerte para ella, total que le da una probadita, y como el vaso tenía popote, pues qué quería soltar el popote y los tres diciéndole: “nena, nena suelta el popote, pero ella seguía succionando y bien contenta tome y tomé café. Ese día no le contamos a su mamá, pero si supimos que no pudo dormir, ¡imagínate!…PdC.
Recuerden enviarnos sus anécdotas, con gusto las esperamos, platíquenos cómo les gusta el café: capuchino, con crema sin crema, con azúcar sin azúcar, con canela sin canela, de olla, americano…Les dejamos aquí el correo para que nos manden su historia y la foto de su taza favorita: pdc.platicasdcafe@gmail.com