Resulta que vas por la vida sin encontrarle sentido, actuando mecánicamente, caminando como zombie y no sabes para dónde vas; sintiéndote triste y gris…sin disfrutar los colores a tu alrededor, el trinar de los pájaros, la charla con tus personas favoritas y momentos lindos.
Te tengo una mala y una buena: la mala es que no hay una pócima mágica para contrarrestar esa actitud; la buena es que si trabajamos en ello podemos lograr que todo sea diferente, únicamente poniendo atención en nosotros mismos.
Es momento de buscar nuestro Ikigai pero ¿qué es esto, con qué se come? La palabra de origen japonés significa “la razón de vida” o “la razón de ser”; Iki, la vida y gai “la realización de lo que uno espera y desea”.
Encontrar nuestro ikagai requiere de una búsqueda profunda y constante en nuestro interior; descubrir nuestros verdaderos gustos, habilidades y deseos nos llevarán a saber qué nos hace felices, qué nos deja satisfechos y le encontraremos sentido a este camino llamado vida.
En la cultura japonesa el Ikigai es la razón de ser de cada persona, su motivación en la vida; el objetivo vital de cada individuo. Ya sé que me vas a decir, esto ha de ser muy difícil, allá porque los japoneses saben cómo hacerlo y es más sencillo para ellos, pero noooooo para mí que soy una persona de carne y hueso, mortal como cualquiera en México; aquí, allá o donde sea, mientras sea humano puede descubrir su razón de vida.
Solo necesitas decisión y tiempo mucho tiempo.
Lo primero que necesitamos para encontrar nuestro Ikigai es hacer un trabajo de introspección sobre los cuatro pilares que sustentan nuestra vida.
*El primer pilar es encontrar las cosas que de verdad nos gusta hacer, lo que amamos.
*El segundo sustenta aquello que realmente hacemos bien.
*El tercero son las cosas que podemos hacer y que además otros estarían dispuestos a pagarnos por ello.
*Y el cuarto pilar es lo que cada uno de nosotros puede aportar para mejorar el resto del mundo.
Cuando juntamos lo que amamos y además lo hacemos bien se llama pasión; lo que se nos da bien y los demás están dispuestos a pagar se llama profesión; cuando descubres lo que puedes hacer por el mundo y además te puedan pagar por ello es la vocación; y cuando juntas lo que te gusta hacer más lo que quieres ofrecerle al mundo se llama misión.
El Ikigai es el punto exacto donde se unen la pasión, la profesión, la misión y la vocación de cada persona, ¿qué tal, se te hace difícil o te atreves a buscarlo y darle mayor sentido a tu vida?
Es importante cumplir con estos cuatro pilares, no puede faltarte ni uno, porque si no tu Ikagai no estaría completo, sería como un banco al que le falta una pata y no te puedes sentar porque te caes.
Para poder encontrar nuestra razón de ser y poder así vivir en función de lo que consideremos nuestro objetivo vital, necesitaremos tener claros estos cuatro pilares.
No te estreses, relájate, tómalo con calma y se honesto contigo mismo; recuerda que eres único e irrepetible, tienes una misión personal, eres un ser especial que solo necesita echarse un clavado en su interior para determinar su camino a seguir.
¡Venga sin miedo el éxito! Y después de esta lectura dinos si lograste encontrar tu “razón de ser”. PdC.
Por Vero Torres