Tiene sabor agrio, es más pequeña que un limón, de forma parecida a una pera, es un rico cítrico conocido científicamente como “Citrus bergamia” ¿adivina qué es?
Un fruto que fue utilizado por los italianos para bajar y aliviar las fiebres altas, además los protegía contra la malaria y ayudaba a expulsar parásitos intestinales.
Es un regalo de la naturaleza que ayuda a combatir la ansiedad, el acné, bronquitis, tos, indigestión, alivia pulmones, infecciones respiratorias, faringitis, tensión nerviosa, aftas, úlceras, da equilibrio emocional y apoya al sistema endocrino y es refrescante.
Es un fruto que se utiliza en Alemania, como agua de colonia, desde el siglo XVII. Fue allá por el año 1700 cuando se usó por primera vez para hacer un perfume “Eau de toilette” con la pulpa y la piel de la bergamota. Y en nuestra época es utilizada mucho como ingrediente principal para productos de hombre en la línea de cuidado en la barba.
El aceite de bergamota se puede ocupar como aromaterapia y trata problemas de bajo ánimo y depresión, los cítricos siempre van a alegrar a las personas, unas gotitas en tu difusor te pondrán de buenas.
Y si este aroma se vuelve de tus favoritos recuerda no exponerte al sol porque la mayoría de las veces, es fotosensible y puede causarte alergia y si te falta potasio tampoco es para ti porque baja los niveles de este mineral.
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