¿Te has encontrado en un lugar obscuro caminando, cuál es tu sensación, tienes miedo verdad?, porque sabes que corres muchos riesgos y porque no estás seguro si podrás enfrentarlos. Quizá no sabes cuáles son, pero en cualquier momento pueden suceder…
Tú continúas, vas con cautela, pisando con cuidado y mirando para todos lados, de repente una luz ilumina todo y ves que lo que tienes enfrente es el camino; sabes que hay calles a donde puedes correr, ves que hay otras personas caminando junto a ti y aunque los riesgos son los mismos y pueden suceder, la luz te da seguridad y si hay peligro puedes quizá reaccionar a tiempo, incluso disfrutar del camino al estar seguro por donde pisas y sentirte acompañado; eso te da seguridad.
El poder ver y no sentirte solo, sería la sensación que tendrías al tener cualquier seguro que te protege ante los riesgos conocidos e incluso ante aquellos que nunca nos imaginamos que podrían suceder; un seguro te permite disfrutar el camino sin miedo.
Un seguro te ayudará a afrontar una enfermedad pagando todo lo necesario para tu recuperación; te ayudará en un accidente automovilístico pagando los daños que provocaste al tercero; te pagará el monto del valor de la mercancía que te fue robada.
También te pagará los daños causados en tu casa por un incendio y además pagará el daño que causaste a tus vecinos, incluso si mueres, tu familia recibirá dinero líquido para salir adelante, entre otra muchas cosas, todo esto dependiendo del seguro que adquieras.
Transferir tus riesgos es sencillo, pero lleva un proceso. Lo primero será buscar a tu amiga la de los seguros (que es una especialista en el tema). Ella hará una detección de necesidades para determinar tus riesgos y el valor de los mismos.
Por medio de una solicitud se pedirán a la aseguradora, las coberturas elegidas y después de analizar determinará si acepta o no el riesgo. Si lo acepta, la aseguradora emitirá un contrato llamado de buena fe, confiando que los datos que proporcionaste son verdaderos.
Este contrato se llama Póliza, que contiene todo lo que cubrirá tu seguro dependiendo del tipo de éste; además sin letras chiquitas vienen las condiciones generales que es el instructivo de tu seguro, en donde encontrarás toda la información para su uso e incluso todo aquello que no está cubierto, lo cual debes conocer a la perfección.
Tu amiga la de los seguros te las explicará al entregarte la póliza, escúchala y pregunta todas tus dudas.
En esa Póliza viene el costo anual por el que la aseguradora se hará cargo de tu riesgo, eso se llama Prima.
Y como dice tu amiga la de los seguros: “Nunca será más caro el costo de tu póliza que el costo de un siniestro”.
Si sucede el riesgo, tu amiga la de los seguros estará cerca para apoyarte en todo momento y la aseguradora pagará el daño de acuerdo a lo descrito en tu contrato.
Al recibir la indemnización tú economía y la de tu familia no se verán afectadas. Tus objetivos podrán continuar como estaban previstos; tendrás la capacidad para tomar decisiones importantes sin preocuparte por el costo; podrás ofrecer a tu familia la mejor atención médica si es necesario y sobre todo, tú podrás estar cerca sin preocuparte por el dinero.
Decir sí a un seguro te dará la posibilidad de caminar por la vida con tranquilidad. PdC.
Por Queta Alarcón.