Cuando hablamos de Acapulco siempre pensamos en un lugar de cálidas aguas, sol, playas hermosas, gente que brinda una excelente hospitalidad, paisajes inigualables, ambiente relajado e informal.
Su historia se remonta a los años sesentas cuando fue refugio de vacacionistas, fiestas, bodas de personajes de Hollywood y en ocasiones, hasta de la realeza. El desarrollo turístico se incrementó y grandes cadenas hoteleras llegaron a este encantador lugar.
Y es aquí donde ve la luz el Hotel Las Brisas Acapulco que inicia operaciones en los 60’s; desde el comienzo atrajo la atención mundial del jet-set, la realeza, artistas, políticos y también los primeros astronautas en llegar a la Luna se hospedaron en este lujoso hotel.
Las Brisas Acapulco es una leyenda viviente preferida por presidentes y príncipes en su ya larga historia, el hotel junto con los clavadistas de la Quebrada es uno de los más grandes emblemas de este puerto.
Artistas como Simon de Beauvoir, Brigitte Bardot, Jane Fonda, Mick Jagger, Mohamed Ali, Román Polanski o John Lennon y Yoko Ono y en política Martín Luther King, Lyndon Johnson, Henry Kissinger, John F. Kennedy y Jacqueline Kennedy, quien llegó a hospedarse incluso con su segundo marido Aristóteles Onassis, son algunas de las personalidades que disfrutaron de este icónico hotel,
Sting, Sylvester Stalone y Arnold Schwarzeneger, Plácido Domingo, Kevin Costner, Madonna y aún Kylie Minogue han disfrutado en diversas ocasiones de este emblemático hotel.
Cada década trajo y atrajo a celebridades del mundo, así como vio pasar las primeras cirugías plásticas, el inicio de la globalización y claro, la llegada de más y más famosos que querían gozar de total privacidad.
Se dicen fácil 65 años, pero han sido años de esfuerzo, trabajo y contar con un equipo que constantemente está en capacitación para brindar un servicio de excelencia que hace que cada vez que uno se hospeda en el hotel lo hace un momento inolvidable.
Al hospedarse en Las Brisas Acapulco uno no va a un hotel, va a “casa”, porque así se siente cuando llegas a sus instalaciones; el cálido recibimiento de los empleados, las gran gama de alimentos que ofrece, los detalles que te hacen sentir único y especial hace que la estancia en sus instalaciones sea inolvidable y piensas en regresar incluso antes de irte.
Si vas a Acapulco ya sea de descanso o de trabajo, no dejes de hospedarte en este maravilloso hotel, quien sabe… igual y al salir del elevador te encuentras a tu actor favorito.
Todo un representante del ayer, el hoy y aún del mañana de éste paradisíaco puerto a nivel mundial… por muchos años más. CM/PdC.