Ciencia y Tecnología

¿Medicina regenerativa… ¡mmm!, qué es?

¿Has escuchado sobre la medicina regenerativa, sabes qué puede hacer por tu bienestar? La ciencia médica avanza a tal grado que ahora, en el caso de huesos y algunos tejidos vivos pueden ser “arreglados” gracias a estos grandes adelantos.

Quizá no hayas escuchado mucho sobre el tema, pero entonces te platicamos que la ingeniería de tejidos, también conocida como medicina regenerativa o terapia celular, es la rama de la bioingeniería que emplea  la combinación de células, métodos de ciencia e ingeniería de materiales, bioquímica y fisicoquímica para mejorar o reemplazar funciones biológicas.

Parece escena de una película de ciencia ficción, pero afortunadamente es una realidad porque con biomateriales que se insertan en el paciente pueden regenerar sus huesos o tejidos humanos.

María Cristina Piña Barba del Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM) de la UNAM, explica que la reparación del cuerpo humano se puede hacer por dos vías:

Por la aproximación biónica, que utiliza biomateriales de primera y segunda generación para fabricar prótesis e implantes útiles para todas las especialidades clínicas; y la aproximación de medicina regenerativa, que incluye ingeniería de tejidos y utiliza biomateriales de tercera generación.

La física, refiere que en los biomateriales de tercera generación, se transitó de utilizar los de tipo inertes para sustitución de tejidos vivos al diseño de bioactivos y biodegradables para la reparación de tejidos. “Así se ha pasado de sustituir a reparar y ahora a regenerar tejidos vivos”.

Mediante pequeñas estructuras porosas llamadas andamios moleculares, que se producen en laboratorio y son fabricadas a partir de colágeno, hueso de bovino y biopolímeros, Piña Barba y su grupo pueden también reparar o reemplazar (parcial o totalmente) cartílago, válvulas cardiacas y vejiga. Además se han probado en tráquea, hígado y corazón.

Los andamios moleculares se desarrollan, por ejemplo, de colágeno; en ellos no existe ninguna célula viva, solo la estructura porosa. En el laboratorio se le añaden células del área a regenerar del paciente, factores de crecimiento y medios de cultivo.

Una vez transcurrido el periodo de cultivo -ya con las células de la persona-, estas crecen dentro del biomaterial y se pueden introducir al cuerpo en el área a regenerar.

“Lo más sencillo es implantar directamente el andamio con los únicos requisitos de ser biocompatible, poroso, biodegradable o reabsorbible y con unas propiedades mecánicas mínimas”.

Otra opción es colocarlo en el que previamente se hayan sembrado células del paciente, que es lo que se conoce como ingeniería de tejidos.

La especialista destaca que existen otras dos opciones: implantar el andamio funcionalizado con señales, o en un área del cuerpo donde estén incluidas señales y células.

Estos artefactos tridimensionales deben tener porosidad para permitir la entrada de células, que requiere alojar. Si se implanta directamente in vivo, las células de la persona deben poder entrar y alojarse en sus poros.

Y si previamente se hace un sembrado de células in vitro, las progenitoras deberán colonizar el andamio para posteriormente implantarlo, detalla la experta. PdC.

Foto de CDC

 

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