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Hagamos más espacio, pero verdes…

Además de dar colorido al grisáceo típico de las ciudades, las azoteas y muros verdes son una buena alternativa para absorber dióxido de carbono, retener agua, pero sobre todo para proporcionarnos oxígeno a los citadinos.

Es esperanzador ver que se están creando más espacios verdes, ya que como dicen los expertos uno de los problemas de las metrópolis es la falta de áreas permeables para infiltrar el agua de lluvia, que puede resolverse con este tipo de alternativas.

En las urbes, el agua de lluvia va hacia los drenajes, que al saturarse ocasionan inundaciones; con las azoteas verdes se retiene y retarda el volumen de la escorrentía y una parte de ella se evapora, por lo que retorna al ciclo hidrológico.

Para contribuir a solucionar el problema de la escasez de agua en las grandes ciudades y sus consecuencias, las azoteas verdes o sistemas de naturación urbana pueden ser una estrategia eficaz.

Un grupo de investigadores de la UNAM promueve desde hace dos décadas este concepto ambiental, que además de adicionar permeabilidad, hace que el agua retorne a la atmósfera por evapotranspiración y fomenta el crecimiento de áreas verdes.

¿Sabes el origen de las azoteas verdes?, los investigadores universitarios dicen que está en la milpa, concepto agrícola mesoamericano también conocido como policultivo.

Que una de sus virtudes radica en la ayuda que las plantas se proveen a sí mismas; por ejemplo, con la diversidad vegetal el riesgo de las plagas disminuye, explica Jerónimo Reyes Santiago, del Jardín Botánico del Instituto de Biología.

Si las edificaciones urbanas aún no cuentan con un sistema de captación de agua pluvial, las azoteas verdes son una alternativa para conservar este recurso.

Pero además, ante la necesidad de áreas verdes, el biólogo considera que la última opción para la Ciudad de México es fomentar la creación de jardines en las azoteas.

Y es que en verdad, la creación de más áreas verdes es una excelente opción pues el estudio de Eréndira Arellano Leyva, investigadora en Ciencias de la Tierra, reporta que las azoteas verdes permiten retener 60 por ciento del agua de lluvia, claro, dependiendo de la intensidad de cada evento.

Otra investigación de Eréndira  Arellano en colaboración con Reyes Santiago y expertos del Laboratorio de Análisis Ambiental de la Facultad de Ciencias, concluye que las azoteas verdes retienen el plomo y las HAPs que contiene el agua de lluvia.

Para que tomemos más conciencia de lo importante que es la creación de más espacios de este tipo, baste decir que las HAPs que las azoteas verdes retienen son hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), sustancias químicas que se forman durante la incineración incompleta del carbón, el petróleo, el gas, la madera, la basura, el tabaco y la carne asada al carbón, entre otras sustancias orgánicas, y que sus efectos en la salud humana pueden ser en extremo tóxicos y cancerígenos. PdC.

 Foto de Mike B.

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