Continuemos con estás grandes mujeres que han transformado la forma de pensar de muchas de nosotros y de ver que nada es imposible cuando estamos decididas a hacer algo.
Ada Lovelace (1815-1852)
Augusta Ada Byron, más conocida como Ada Lovelace por su título de condesa, fue una matemática y escritora británica. Célebre, sobre todo, por su trabajo sobre la calculadora de uso general de Charles Babbage, denominada máquina analítica. Sus notas acerca de ella contienen lo que hoy se reconoce como el primer algoritmo codificado para que una máquina lo procese. Es considerada la primera programadora informática.
El segundo martes del mes de octubre se celebra el día que lleva su nombre, con el objetivo de elevar el perfil de las mujeres en las áreas STEM.
“Lo intelectual, lo moral y lo religioso parecen estar interrelacionados en u todo armonioso,” – Ada Lovelace
Maria Mitchell (1818-1889)
Le gustaba pasar las noches sobre el tejado de la casa de su familia escrutando el cielo y las estrellas con su telescopio. El 1 de octubre de 1847 estaba estudiando un segmento del cielo que ya conocía cuando se encontró en él una mancha blanca que no estaba allí antes. Su padre la animó a hacer público su descubrimiento. La revelación de este hallazgo la hizo famosa y propició que se convirtiera en la primera mujer en formar parte de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias.
Mucha gente iba a visitarla y quería conocerla por ser la primera estadounidense que había descubierto un cometa. Decepcionada por el hecho de que en su país el número de chicas con conocimientos científicos fuese muy limitado, participó en la fundación de la Asociación Americana para el Avance de las Mujeres. En su rol de profesora, las alentaba a no dejar que el hecho de pertenecer al sexo femenino las desanimara en sus empeños.
“No veas a las estrellas únicamente como puntos brillantes. Trata de absorber la inmensidad del universo”. Maria Mitchell
Sheila Minor (1946)
Se licenció en ciencias biológicas y trabajó para Clyde Jones en el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos. Pasó dos años investigando mamíferos de Poplar Island, y presentó este trabajo en la reunión de la American Society of Mammalogists en 1975. Obtuvo una maestría en ciencias ambientales en la Universidad George Mason y trabajó con escuelas K-12 en educación científica. Una vida dedicada a la ciencia, la de una técnica de investigación biológica con una carrera profesional de 35 años a sus espaldas.
Minor tuvo que lidiar con el acoso sexual y racial en su carrera profesional. De hecho, fue la razón por la que dejó el trabajo que tenía para entrar en el Centro de Investigación Ambiental del Instituto Smithsonian. Según ella, un ambiente más propicio y “tolerable”.
La historia de la bióloga Sheila Minor (1946) comienza en Twitter. Mejor dicho, los ecos de su historia llegaron a esa red social de la mano de una artista estadounidense, Candace Jean Andersen, hace dos años. La ilustradora encontró una fotografía de archivo en blanco y negro donde aparecían varios hombres y una mujer. La imagen había sido tomada en una conferencia científica internacional sobre la biología de las ballenas celebrada en 1971; en el pie de foto, todos los hombres nombrados, pero ni rastro de Minor. La artista pidió ayuda y Twitter hizo su magia habitual. Detrás del hashtag #SheilaMinorHuff, un relato.
Siempre brillantes las mujeres en cualquier área profesional y porque no también a las mujeres que día a día nos hacen la vida más llevadera. CM/PdC.
Fuente: saposyprincesas.elmundo.es