Cuando se toca el tema sobre lo importante que es ejercitarse para tener una buena salud y una silueta armoniosa, aun cuando se está consciente de que es fundamental para el bienestar, la mayoría de las personas “le sacan la vuelta”, quizá porque lo primero que piensan es que se van a “matar” durante horas corriendo 500 mil kilómetros o haciendo mil abdominales por minuto, y esto no es así.
Una rutina de ejercicio debe comenzar primero por un calentamiento, movimientos suaves iniciando desde la cabeza, pasando por cintura, cadera, manos, brazos y terminando en los pies.
Después de esos movimientos lentos, ahora sí, iniciar con la rutina que más se desee. Y también esa es otra, no tienen que levantar pesas como todo un halterófilo o saltar hasta la Luna o correr el maratón de aquí a Francia, ni tampoco darle la vuelta al mundo en bicicleta en 80 días, ni hacer lagartijas con un solo brazo…nooo.
No se trata de bajar los 20 kilos en un día o en una semana, ni siquiera en un mes, peso que nos llevó subir en años…se trata de ir creando el hábito del ejercicio diario y claro, con ello bajar de talla poco a poco; y tampoco tiene que ser una actividad extenuante que nos saque el oxígeno o nos deje con la lengua de fuera.
Se trata de ir buscando, probando qué actividad nos hace sentir bien; puede ser, solo caminar, salir, dar la vuelta a la manzana, así como así, como si anduviéramos “turisteando” o puedes iniciar “bailando con tu sombra en la pared…”
¡Ah! eso sí, no importa la edad, si se es joven o adulto mayor, se debe iniciar de poco en poco…en el caso de las personas mayores y/o con sobre peso, los especialistas recomiendan sólo caminar y NO hacer ejercicios rudos pues debido al peso o a la edad puede haber problemas en huesos.
De acuerdo a Mayo Clinic, el Departamento de Salud y de Servicios Sociales de Estados Unidos recomienda que la mayoría de adultos practiquen 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada (una caminata a paso ligero).
Para quienes son jóvenes y no tienen sobre peso es recomendable iniciar con 75 minutos semanales de actividad aeróbica enérgica (trotar), preferiblemente esparcidos a lo largo de la semana.
Ahora que si no tienes tiempo de hacer una rutina completa, divídela en sesiones de 10 minutos a lo largo del día; puedes aprovechar cuando vas a tu trabajo y caminar unas calles y luego ya tomas el transporte o ir al súper caminando, pasear con tu mascota, la idea es ejercitarse.
No hay que olvidar que la actividad física aumenta la presión sanguínea en todo el cuerpo, nos mantiene vitales, y además le damos “vida” a nuestro cerebro, sí, ayuda a mantener una memoria sana, es decir, para que no se nos olviden las cosas pues luego andamos buscando las llaves y resulta que las traemos en las manos. PdC.
Foto de Kampus Production.