Ya estamos en el mes patrio y como siempre pasa, SOLO mencionan a los héroes de la patria que obvio son hombres, y si acaso citan a una mujer es a Josefa Ortiz de Domínguez y en algunas ocasiones a Leona Vicario, perooooo no son las únicas.
Platiquemos un poco sobre las que no son tan conocidas:
Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín (1775-1821)
Novohispana de ideología liberal que simpatizó con la causa de Independencia y conspiró junto con su esposo contra el gobierno del virrey.
Durante una reunión de los conspiradores reciben la noticia de que los líderes independentistas habían sido traicionados y capturados.
En esta reunión concluyen que el movimiento había sido aniquilado y deberían dejarlo así. Es cuando ella dice: “¿Qué sucede, señores?, ¿No hay otros hombres en América aparte de los generales que han caído prisioneros?, ¡Libertad a los prisioneros: tomemos aquí al virrey y ahorquémoslo!”.
Son traicionados y tanto ella como su esposo son encarcelados, ella muere un año antes de consumar la Independencia. Su nombre está inscrito en letras de oro en el Salón de Sesiones del Congreso, una calle en el Centro Histórico de la Ciudad de México, le han puesto su nombre en honor a ella y en la Columna de la Independencia entre algunos de los reconocimientos que se le han dado.
Manuela Medina (1780 – 1922)
Heroína insurgente, también conocida como “La Capitana” participó en siete batallas durante la guerra de Independencia. Perteneció a una familia indígena, consciente de las injusticias a las que estaban sometido el pueblo, encontró en el movimiento de Independencia un aliciente para luchar por la libertad.
Al enterarse de la guerra de Independencia en 1810 convenció a su pueblo para unirse al movimiento. En 1813 recibió el grado militar de capitana expedido por la suprema junta de Zitácuaro, Michoacán.
Combatió al lado del General José María Morelos, participó en varias batallas, en una de ellas es herida por lo cual tuvo que permanecer en cama durante más de un año por complicaciones de sus heridas; muere a los 42 años, un año después del final de la Guerra de Independencia.
Luisa Martínez de García de Rojas (1780 – 1817)
Se casó con Esteban García Rojas, “El Jaranero”. Ambos tenían una tienda que servía a las tropas realistas en la que se enteraban de los detalles de sus movimientos, que luego eran transmitidos a los contingentes independentistas, además de darles apoyo financiero.
Sirvió a los Insurgentes comunicándoles los movimientos de las tropas virreinales, un día fue sorprendida por don Pedro Celestino Negrete, fue capturada, hecha prisionera y encapillada. Tuvo que pagar 2.000 pesos para ser liberada y prometer que nunca más serviría a la causa de la independencia.
Sin embargo, ella y su marido continuaron apoyando a los independentistas. Fue encarcelada varias veces más, y aunque tuvo que pagar mucho dinero para poder salvar la vida, no dejó de apoyar la causa. La última vez que fue capturada no pudo pagar los cuatro mil pesos que le exigían para evitar ser condenada a muerte.
Ante el pelotón de fusilamiento, María Luisa exclamó: “General Negrete, le perdono el crimen de quitarme la vida; no he cometido más delito que el de querer tener una patria libre. ¿Por qué tan obstinada persecución contra mí? Tengo derecho a hacer cuanto pueda en favor de mi patria, porque soy mexicana. No creo cometer ninguna falta con mi conducta, sino cumplir con mi deber”.
Interesante lo que hicieron estas mujeres para ayudar a conformar la patria que tenemos ahora. No a todas se les ha dado el reconocimiento que se debe, pero no debemos olvidarlas y pedir que en el Grito de Independencia se les mencione porque también ellas forjaron esta nación.
No he acabado en mencionar a las mujeres que participaron luchando o apoyando en este movimiento, ya les contaré más adelante. CM/PdC.
Fuente: Wikipedia