Llegó octubre, el mes rosa como le han dado en llamar: el mes de Sensibilización sobre el Cáncer de Mama. Día a día aumenta el número de mujeres con este padecimiento y por desgracia, de muertes.
De acuerdo a la OMS, el de mama es el tipo de cáncer más común con más de 2,2 millones de casos en 2020. Una de cada 12 mujeres enfermará de este mal a lo largo de su vida.
Es un panorama desolador, ya que es la principal causa de mortalidad de la población femenina. En 2020, aproximadamente 685 mil mujeres fallecieron como consecuencia de esa enfermedad.
En este mes, se hacen eventos, campañas, se iluminan de color rosado edificios públicos y privados para concientizar a la población, pero sobre todo para sensibilizar a las mujeres en la prevención de este mal.
¿En dónde se origina el cáncer de mama?
El cáncer de mama se origina en las células del revestimiento (epitelio) de los conductos (85 por ciento) o lóbulos (15 por ciento) del tejido glandular de los senos.
Al comienzo, el tumor canceroso está confinado en el conducto o lóbulo (in situ), donde generalmente no causa síntomas y tiene un mínimo potencial de diseminación (metástasis).
Con el paso del tiempo, este cáncer in situ (estadio 0) puede progresar e invadir el tejido mamario circundante (cáncer de mama invasivo), y a continuación propagarse a los ganglios linfáticos cercanos (metástasis regional) u a otros órganos del organismo (metástasis distante).
Cuando una mujer muere de cáncer de mama, es como consecuencia de la metástasis generalizada.
El tratamiento del cáncer de mama puede ser muy eficaz, en particular cuando la enfermedad se detecta temprano.
El tratamiento consiste en una combinación de extirpación quirúrgica, radioterapia y medicación (terapia hormonal, quimioterapia y/o terapia biológica dirigida) para tratar el cáncer microscópico que se ha propagado del tumor mamario a través de la sangre.
Por consiguiente, ese tratamiento, que puede impedir la progresión y diseminación del cáncer, salva vidas.
Y para ello, recordemos que la revisión cotidiana es la clave para tener un diagnóstico y tratamiento a tiempo. PdC.
Con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Foto de Olya Kobruseva.