Son tan sorprendentes los adelantos en la tecnología que no podemos escapar a su encanto, y si los adultos no podemos hacerlo, los niños y adolescentes tampoco, por eso es que los aparatos electrónicos son los que encabezan la lista de obsequios para esta Navidad y Reyes.
Los regalos relacionados con tecnología como los videojuegos, teléfonos, relojes y juguetes inteligentes, cámaras fotográficas, drones, entre otros, toman mayor relevancia para los niños de 10 años en adelante.
Nueve de cada 10 niños pedirán como regalo navideño alguno de estos juguetes o dispositivos inteligentes en vez de uno donde puedan tener actividad física como bicicletas, patines, patinetas, balones de futbol, etcétera; o de destreza como legos, rompecabezas; y en mucho menor medida libros y ropa.
En cambio, los menores de nueve años, su preferencia son los juguetes tradicionales, revela una encuesta de la clínica del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
La doctora Claudia Sotelo Arias, directora del organismo, subraya que la tecnología no puede calificarse como mala y puede ofrecer muchos beneficios a los niños.
No obstante, enfatiza que en muchos casos los menores hacen uso desmedido de los juguetes y dispositivos inteligentes.
“Está comprobado que el uso indiscriminado vuelve a los niños más pasivos, se aíslan y disponen de una actitud menos crítica hacia la vida.
Además, cuando no hay supervisión por parte de los padres, los niños y adolescentes pueden ponerse en riesgo debido a que muchos de estos dispositivos están abiertos a Internet y a las redes sociales”.
La especialista refiere que no es aconsejable regalar este tipo de juguetes en la niñez temprana, pues los gadgets tecnológicos infantiles generan insomnio, ansiedad y sobre estimulación, una actitud hostil, pero sobre todo dependencia.
Al grado, comenta la doctora que llega un momento en que literalmente no pueden dejar de usarlos. Por ello la recomendación es siempre supervisar su uso, alerta.
En este sentido, CEEPI recomienda fomentar en los menores los juegos donde esté de por medio la actividad física, la destreza mental (juegos de mesa o de destreza, rompecabezas, legos) y que genere sociabilización con otros niños.
“La idea es que estén activos. Que su energía se cristalice en el juego, armando rompecabezas, practicando deportes, dibujando, cantando, jugando con otros niños y con sus papás y por qué no, combinar con responsabilidad el uso de los juguetes y dispositivos inteligentes”, señala la experta. PdC.
Foto de Alena Darmel.
