Se imaginan lo que significa que ocho mil 400 especies de fauna y flora se encuentren en peligro crítico de extinción, y saben por qué, porque la actividad humana amenaza a la biodiversidad, pero el problema no para, datos de la ONU indican que en 2020 también se contabilizaron otras 30 mil que están en los rangos de vulnerable o en peligro de extinción.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, refiere que como cada 3 de marzo, este año se tiene la oportunidad de reflexionar sobre las principales amenazas que se ciernen sobre la biodiversidad.
Pero también sobre las omisiones en que los seres humanos hemos incurrido para proteger la flora y la fauna, las experiencias emprendidas y los logros para rescatar algunas especies, pero también la amenaza de una sexta extinción masiva en el planeta.
Esto de una sexta extinción masiva en el planeta suena muy fuerte, y nomás basta mirar alrededor para ver la contaminación que hemos creado.
Sin ir más lejos, para empezar en nuestra calle, nuestra manzana, nuestra colonia y así nos vamos hasta llegar a casos tan graves como lo recién presentado en un medio periodístico sobre la contaminación que existe en la Presa Endhó en el estado de Hidalgo que tiene postrados a sus habitantes por padecer de cáncer.
Esto viene a colación pues apenas ayer se conmemoró el Día Internacional de la Vida Silvestre, fecha también conocida como Día Mundial de la Naturaleza.
Su principal objetivo es generar conciencia entre la población mundial acerca del valor de la fauna y la flora silvestres, porque existen múltiples factores que amenazan la conservación de estas especies, y el principal amago proviene de la actividad humana y el cambio climático.
¿Cuál es ese caudal de amenazas?
La caza furtiva, la pesca excesiva y el tráfico de especies; la degradación, fragmentación y destrucción de hábitats de vida silvestre, el cambio climático, las emisiones de efecto invernadero, la explotación y sobreexplotación de recursos naturales.
La tala indiscriminada de árboles, la desaparición de ecosistemas y la utilización de tratamientos químicos para incrementar el crecimiento de coníferas.
A la pérdida de biodiversidad contribuye asimismo la proliferación de especies invasoras en hábitats distintos a su distribución geográfica originaria, lo que genera consecuencias negativas y de alto impacto en los ámbitos económico, medioambiental y social.
Como efecto de esta cadena de factores, diversos autores vislumbran una sexta extinción masiva de la biodiversidad a nivel mundial, conocida como “extinción masiva del Holoceno”.
De acuerdo a un informe de la ONU del año 2019 sobre la biodiversidad se estima que aproximadamente 1 millón de especies se encuentran en peligro de extinción en el planeta, debido a la intervención humana y al cambio climático.
Se considera una extinción masiva porque el número de desapariciones es comparable a las otras grandes extinciones masivas que han marcado el pasado geológico de la Tierra.
Suena y es espeluznante. PdC.
Con información de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Foto de Pixabay.
