El “Día Mundial de la Obesidad” fue creado para concientizar sobre hábitos alimenticios y abrir debate para adecuar las políticas públicas para atender este problema global. Empero, a partir del 4 de marzo algo cambió en el mundo y grupos de activistas propusieron reasignar el sentido y concepto, para dar paso al Día Mundial contra la Gordofobia.
Y es que activistas en todo el orbe luchan en contra el mensaje que persiste entre la sociedad de que el tamaño de los cuerpos es lo que define a una persona. Hacer esta modificación busca que se respeten, celebren y reconozcan los cuerpos de todos los tamaños y se respeten.
El tema de la gordofobia, está asociada a la discriminación, y justificándola con la tesis de una buena o mala salud; es el rechazo a las personas con cuerpos grandes y su apariencia física no está apegada al modelo que se espera o es aceptado en la sociedad.
La mercadotecnia nos ha hecho ver que los cuerpos grandes, están descompuestos y no son lo suficientemente “saludable”, es por eso que la misma sociedad, en ocasiones cree que está bien el opinar sobre los cuerpos ajenos.
Cuando los cuerpos grandes, no necesariamente son cuerpos enfermos, y aquellos que viven con obesidad, llegan a tener un problema más complejo que lo que es una talla o peso.
El sobrepeso u obesidad está asociado con los valores morales, como lo es la falta de autocontrol, indisciplina, flojera, inseguridad, entre otras.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en su más reciente publicación en su página electrónica, en el mundo hay más de 1900 millones de personas con exceso de peso, de los cuales 650 millones tienen obesidad.
Además, se estima que unos 30 millones de personas mueren cada año a nivel mundial, por malnutrición en exceso, mientras que 3,5 millones lo hacen por desnutrición. PdC.
Por Luisa García
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