Es una hoja verde de sabor especial, a pocos les agrada, pero por su gran valor nutricional es un ingrediente muy utilizado en la gastronomía.
Es realmente un excelente recurso natural de vitaminas, fibras y minerales, aporta pocas calorías, no contiene grasas y es fuente de antioxidantes que protegen al cuerpo del daño celular.
Su nombre científico es Spinacia oleracea L, pertenece a la familia de las Quenopodiáceas. Comúnmente se le conoce como espinaca.
Es un alimento que está disponible todo el año en sus distintas variedades: lisa, rizada y baby; se conserva en refrigeración un par de semanas, pero si se guarda en una bolsa de plástico perforada se mantendrá frescas durante más tiempo.
Respecto a sus variedades, se distinguen por:
*Espinaca de hoja rizada o savoy: es la variedad más popular que se come cocida debido a su textura firme. Sus hojas son onduladas, crujientes y de un color verde oscuro.
*Espinaca de hoja lisa: al igual que la anterior también se consume cocida, pero sus hojas son más grandes, más lisas y más tiernas.
*Espinaca baby: se destacan por ser más pequeñas y más tiernas que las anteriores; es la espinaca de hoja lisa que ha sido cosechada en forma temprana. Poseen menor cantidad de ácido oxálico.
Gracias a su gran valor nutricional, las espinacas son un producto muy utilizado en la gastronomía principalmente saludable, además ayudan a prevenir la diabetes, las enfermedades de la piel; fortalece el sistema nervioso, y los huesos, mejora la actividad cerebral; controla el insomnio, el corazón, la vista, el cabello y las uñas.
Ahora que ya sabes cómo nutre a tu organismo, no le hagas “fuchi”, bien estaría que la incorpores como parte de tus alimentos favoritos. PdC.
Con información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Foto de Yaroslav Shuraev.