Laurent Binet, vuelve a la carga con “Perspectivas”, una novela que es como meterse de lleno en una pintura manierista: rica en detalles, fuera de norma, y con un punto de locura elegante. Esta vez nos transporta a la Florencia de 1557, epicentro de arte y veneno, gobernada por Cosme I de Médicis, ese duque que coleccionaba artistas, hijas casaderas y enemigos políticos a partes iguales.
El arranque de “Perspectivas” es jugoso: aparece muerto Jacopo Pontormo, pintor huraño y precursor del manierismo —ese estilo que estiraba cuerpos y torcía la realidad como si fuera chicle renacentista—. El cadáver tiene un cincel en el pecho, sangre en el altar y un cuadro escandaloso en su taller: una Venus provocadora con la cara de María de Médicis, la hija del duque. Desnuda y reconocible. Ya imaginas el revuelo.
Cosme I, más preocupado por el qué dirán que por su hija, ordena silenciar el asunto. Confía la investigación a su protegido Giorgio Vasari —sí, el mismísimo historiador del arte—, quien tendrá que moverse entre sospechosos tan ilustres como Bronzino, discípulo de Pontormo; la devota y puritana Plautilla Nelli, primera pintora renacentista; el obrero que mezclaba los pigmentos al maestro; e incluso la madre de la difamada, Leonor Álvarez de Toledo, que detestaba los desnudos tanto como al propio marido.
Pero aquí no hay narrador omnisciente que lo cuente todo: Laurent Binet se lanza a la estructura epistolar con gusto y sin miedo. “Perspectivas” está construida a base de 176 cartas que se cruzan entre más de veinte personajes históricos, como si fueran piezas de un rompecabezas diplomático y artístico. Entre ellos desfilan Catalina de Médicis (tía de la retratada y reina consorte de Francia, mujer de agallas y de agenda), Benvenuto Cellini (orfebre y buscavidas que juega a espía), y hasta Miguel Ángel, viejo y malhumorado, harto de Roma y de tanto complacer papas.
El resultado: una novela coral, con voces que se cruzan, se contradicen y se matizan. Cada carta es un cambio de ángulo, como si Laurent Binet nos invitara a mirar la misma escena desde múltiples puntos de fuga. De ahí el título, claro. Porque en “Perspectivas”, lo importante no es tanto quién mató a Pontormo como cómo se cuenta la historia. O mejor dicho, desde dónde.
Y por si fuera poco, Laurent Binet no se limita a mover fichas nobles: da espacio a los gremios, los obreros, las clases que normalmente no figuran en los libros de historia. Les da voz, y con ella, agencia. Un guiño contemporáneo en medio del lienzo renacentista.
¿Thriller artístico? Sí. ¿Ficción histórica? También. ¿Sátira política, retrato social, crónica epistolar? Todo eso y más. Porque Laurent Binet, sin forzar la historia como en su delirante Civilizaciones, se mete de lleno en el chiquero dorado del Renacimiento para hablar de lo de siempre: el arte, el poder, el ego, la fe, la traición… y el tiempo, que no solo mata, sino que también cambia las versiones.
“Perspectivas” es una gozosa maraña de intrigas palaciegas, celos artísticos y cartas que desnudan mucho más que a una Venus pintada. Irresistible, sin caer en el cliché.
Laurent Binet (París 1972) es un escritor francés, fue reconocido en 2010 con el Premio Goncourt a la Primera Novela por HHhH. Esta obra también recibió el Premio de los lectores de Livre de Poche y el Premio al autor revelación de Lire. PdC.
Escrito por B. Del Ángel.