Que no abraces, que mantengas sana distancia, que no tengas contacto con muchas personas, bla bla bla; si bien es cierto que hay que tener cuidados y seguir ciertas medidas con la pandemia que estamos viviendo a nivel mundial; también es cierto que esa falta de acercamiento te apachurra el corazón y te empiezas a enfermar.
¿Sabías qué? recibir caricias o abrazar a alguien reduce una infinidad de padecimientos en el ser humano; ahí te va la lista y tú decides si quieres o no acercamientos, y no del tercer tipo, sino de esas personas que tienes cerquita.
Con un abrazo (largooooooo) disminuirás el riesgo de enfermedades cardíacas, bajan los niveles de estrés, combate la fatiga y relaja los músculos, alivia la depresión y ansiedad, mejora tu ánimo de manera inmediata, es un shot de energía para el Sistema Inmune (no te emociones no hablamos de tequila) disminuye la presión arterial, aumenta la seguridad y confianza.
A nivel mental nos eleva la oxitocina, esa sustancia que nos llena de alegría; nos ayuda a liberar la dopamina, otra sustancia en el cerebro que es la culpable del buen humor y la motivación; incrementa la serotonina, esta otra nos ayuda a mantener la calma y la tranquilidad durante el día.
Pero a quien (bendita sea) se le ocurrió que la gente anduviera abrazándose así nada más porque sí; bueno pues corrían los años 80 cuando Zaborney, psicólogo de la Universidad de Michigan con maestría en la Universidad de Boston, consideraba que las personas poseían mucho estrés en el día a día y entre las soluciones que se le ocurrió surgió abrazar con mayor frecuencia, incluso creando un día especial para ello.
Nunca sabemos cuándo cambiará la vida abracemos tanto por ser felices como por estar tristes un apretón nos formatea y carga la pila.
Así que, ahora que ya sabes los beneficios de andar abrazando sin ton ni son, cuantos apapachos estás dispuesto a dar y recibir hoy y mañana y pasado y así sucesivamente, además se viene el 14 de febrero, día en que podemos abrazar más de lo normal, de ti depende tu salud emocional, mental y física y si un acercamiento de corazones ayuda entonces vengase pa’ca.
Recuerden que los abrazos deben ser laaaaarrrrrgoooooooossssss. PdC.
Por Vero Torres