Empieza temporada de calor y con ello se antoja algo fresco como un té o agua de limón con menta, además de la frescura se obtienen diferentes beneficios que el cuerpo agradece.
Pertenece a la familia de las Lamiaceae, la Menta tiene hasta casi 20 variedades; se puede utilizar desde para dar sabor a una comida o un té hasta para productos comestibles como pastillas, chicles, licores, chicles, etc.
Es muy beneficiosa para el aparato respiratorio, digestivo, es un gran analgésico, antibacterial, antiinflamatorio, antioxidante y energizante; beneficia la salud cardiovascular, alivia hemorroides, elimina el mal aliento, previene dolor de cabeza y náuseas.
Desde hace cientos de años la menta es utilizada para distintos padecimientos en los huesos, dolores relacionados con las vértebras y los músculos, artritis, distensiones, calambres, y otros más.
Sin embargo también se debe tener precaución, ya que no se debe suministrar en niños pequeños, ni en personas con acidez, con cálculos renales, reflujo o hernia hiatal, ni en mujeres embarazadas o que estén lactando.
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