La pandemia puso en la primera línea de batalla a las enfermeras y enfermeros. Los hizo más visibles ante los ojos de los demás, en particular de quienes más los necesitaban, aquellos pacientes que por desgracia fueron víctimas del COVID-19.
El ventilador, el oxígeno y los medicamentos antivirales ayudaron a mejorar a los pacientes hospitalizados, pero también la mano cálida de una enfermera, su voz y dedicación para cambiarlos de posición, darles de comer, brindarles un masaje, ponerlos en video-llamadas con sus familiares, leerles las cartas que ellos les enviaban.
Y es que una enfermera o un enfermero no son los ayudantes ni los brazos derechos del médico, son parte de un equipo de trabajo, dice la directora de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO) de la UNAM, Rosa Amarilis Zárate Grajales, con motivo del Día Internacional de la Enfermería que se celebró hace un par de días.
Ellos son especialistas con licenciatura, título y cédula profesional, quienes puede cursar una especialización en diversos campos del conocimiento: niñez, adultos, ancianos, quirúrgica, cardiovascular, cuidados críticos, neonatos y atención obstétrica, así como estudios de maestría y doctorado.
Se pusieron a prueba los conocimientos, “la importancia de lo que aprendimos en la escuela, como el lavado de manos, el uso del cubrebocas, cambiarse frecuentemente la ropa de trabajo, saber que si no preveníamos podríamos contagiar a otros, no solo dentro del hospital, sino a nuestras familias”, señala la directora de la escuela.
En el caso de la educación los condujo a adoptar nuevos modelos y métodos para la enseñanza en línea. “Creo que todas estas experiencias nos han dejado mejor preparadas”, comenta Zárate Grajales.
Sin embargo, existe una escasez de estos profesionales de la salud. Solo se cuenta con 315 mil enfermeras y enfermeros, cifra que significa un promedio de 2.6 por cada mil habitantes; mientras que Chile, por ejemplo, tiene aproximadamente siete enfermeras por cada mil habitantes.
De acuerdo con la directora de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO) de la UNAM, Rosa Amarilis Zárate, se requieren al menos, 750 mil profesionales más para alcanzar el índice de cobertura promedio.
La experta refiere que de las aulas de la ENEO (@eneo_unam) egresan cada año aproximadamente mil 200 alumnos, 700 del sistema escolarizado y un promedio de 500 de Universidad Abierta y Educación a Distancia.
En la UNAM la carrera se ofrece además en las facultades de Estudios Superiores Iztacala y Zaragoza. En tanto, a nivel nacional se forman, en promedio, 20 mil por año en instituciones que imparten la licenciatura. PdC.