¿Sabías que existe una red internacional de monitoreo que vigila que no se lleven a cabo pruebas nucleares y que una de sus labores es evitarlas por el grave impacto que representan para la vida en el planeta?
Te platicamos que esta red se llama Sistema Internacional de Vigilancia de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO, por sus siglas en inglés), con sede en Viena, Austria.
Pero no solo eso, la persona que representará los intereses mundiales para evitar la realización de pruebas nucleares es una mujer y además mexicana, la investigadora del Instituto de Geofísica (IGEF) de la UNAM, Xyoli Pérez Campos.
La experta fue designada directora del citado sistema, labor que significa coordinar la red internacional de estaciones sismológicas, hidroacústicas, de infrasonoro y de radionúclidos.
¿Cómo funciona la red internacional de monitoreo?
La científica refiere que el propósito de ese organismo es el monitoreo y vigilancia del cumplimiento del acuerdo adoptado por la Organización de las Naciones Unidas, cuya finalidad es evitar que los países efectúen pruebas nucleares, por el impacto que tienen en el mundo, para el medio ambiente y el ser humano.
Explica que el Tratado establece la prohibición de realizar pruebas nucleares. Y para vigilar que se cumpla existe una red internacional de monitoreo, constituida por cuatro tipos de estaciones: sismológicas, hidroacústicas, de infrasonido y de radionúclidos.
Mediante estas se puede determinar si se produjo una explosión de ese tipo bajo tierra, en el mar o en la atmósfera, además de cómo se liberan y propagan las partículas.
El sistema se conforma por 321 estaciones y 16 laboratorios distribuidos en 89 países en el mundo. Fue diseñado cuando surgió la Organización, en 1997, para monitorear de manera global la posibilidad de una prueba nuclear y ser detectada.
México participa con una estación de radionúclidos ubicada en Guerrero Negro, Baja California Sur; y con tres estaciones sísmicas auxiliares que pertenecen al Servicio Sismológico Nacional, a cargo de IGEF, del cual fue jefa.
Explica que como parte de CTBTO, sus funciones “serán coordinar el Sistema Internacional de monitoreo, lo cual implica velar por la operación de las estaciones, su mantenimiento y, sobre todo, la sustentabilidad del sistema”.
Revisará su estado actual para constatar que se mantenga al día, porque los estándares de operación son altos: se necesita una disponibilidad de datos amplia para tener en todo momento la vigilancia correcta.
Es decir, se revisa que los equipos funcionen adecuadamente y que, de ser necesario, se actualicen, como los sismómetros que comienzan a ser obsoletos. “Me tocará estar pendiente de que todos los instrumentos tengan la última tecnología”, recalca Xyoli Pérez.
Asimismo, que los datos se envíen desde las estaciones de monitoreo hasta la capital austriaca.
La Organización también cuenta con un Centro Internacional de Datos, donde se encargan de analizar la información, realizar las interpretaciones, publicar boletines y reportes, y distribuirlos en los estados miembros; y con una División de Inspecciones en Sitio, en caso de que se verifique que se trató de una prueba nuclear. PdC.
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