Miscelánea

Las luciérnagas iluminan el Bosque de Chapultepec

*No te pierdas el mágico espectáculo

¿Qué te parecería caminar en medio del bosque rodeado de cientos de hadas iluminando tu camino?, ¿y por qué no?, pedirles un deseo o dos o los que sean. Sería fabuloso hacer realidad un sueño que quizá de niños todos tuvimos. ¡Déjate sorprender y ven al Bosque de Chapultepec!

Aunque suene extraño, pero así es, ahora para disfrutar del espectáculo que nos brindan “las hadas del bosque”, los “escarabajos con luz”, mejor conocidos como luciérnagas, ya no tienes que ir tan lejos, aquí en la Primera y Tercera Sección de Chapultepec, en la Ciudad de México puedes hacer realidad tu sueño infantil.

La entrada es gratuita, pero ¡ojo! no por eso vamos a entrar como cabras en cristalería, debemos comportarnos sigilosos y cuidadosos para no molestar a las luciérnagas; sólo caminar por donde se nos indique, NO tomar fotos con flash de cámaras y celulares, NO usar repelentes, NO tirar basura, NO atraparlas; nada que dañe a estos mágicos insectos ni a su hábitat.

Si te entusiasma la idea de ver este maravilloso y luminoso espectáculo todavía estás a tiempo; te queda lo que resta del mes de agosto, que es hasta cuándo estarán, después emprenderán una gira, no, no es cierto, solo es una broma, lo que sucede es que las luciérnagas cada año, durante los meses de junio, julio y agosto salen de su capullo y se preparan para aparearse.

En el mes de junio salen de su capullo y ya para julio y agosto están listas para buscar pareja. Son los machos quienes encienden su abdomen para atraerla. Gracias a que prenden su luz es que podemos ver este gran espectáculo de brillo revolotear por todo el bosque.

¿Por qué solo en estos meses?, se preguntarán. Sucede que a las luciérnagas les gusta la humedad, por eso cuando hay una buena temporada de lluvias se hacen presentes en los bosques para aparearse.

Esta es la razón del por qué el espectáculo se puede observar en estos meses y solo en zonas de alta humedad y escasa contaminación lumínica.

Así que ya no será necesario ir a los bosques de Tlaxcala, Puebla o de otras entidades, hogar de estos insectos, ya también en la Ciudad de México podremos disfrutar verlas brillar.

Y es que desde que el año pasado, la Secretaría de Medio Ambiente de la  CDMX dio a conocer el avistamiento de luciérnagas en la Primera y Tercera Sección del Bosque de Chapultepec debido a que las lluvias fueron abundantes y provocaron una gran humedad, éstos insectos continúan reproduciéndose aquí y quizá hasta aumentando su población.

¿Qué más sabemos de las luciérnagas?

De acuerdo con National Geographic son escarabajos miembros noctámbulos de la familia de los lampíridos (Lampyridae). Las alas que tienen las distinguen de los gusanos de luz, insectos luminiscentes de la misma familia.

*Existen unas 2000 especies de luciérnagas.

*Les encanta la humedad y por ello se encuentran a menudo en regiones húmedas de Asia y del continente americano.

¿Qué cómo producen su luz? 

Las luciérnagas tienen órganos lumínicos especiales situados bajo el abdomen que cuando absorben oxígeno se combina dentro de las células especiales con una sustancia llamada luciferina y reacciona produciendo luz sin apenas generar calor.

Su luz es por lo general intermitente, y brilla de un modo específico en cada especie. Cada forma de brillar es una señal óptica que ayuda a las luciérnagas a encontrar posibles parejas.

Los expertos dicen que la luz podría servir también como mecanismo de defensa, al emitir una señal clara de que el insecto no es un bocado apetitoso.

De las 125 especies de luciérnagas de Norteamérica, solo unas pocas pueden iluminarse de forma sincronizada. Los machos parpadean cuando están posados en vegetación corta o mientras vuelan bajo, emitiendo ráfagas rápidas de luz bioluminiscente para atraer a las hembras.

Las hembras depositan sus huevos en la tierra, y allí es donde las larvas se desarrollan hasta la fase adulta. Las larvas se alimentan bajo tierra de gusanos y babosas, a las que entumecen inyectándoles un fluido paralizante.

Los adultos se abstienen de comer esta clase de presas y se alimentan habitualmente de néctar o polen, aunque algunos adultos no ingieren alimento alguno.

Ahora que ya sabes un poco más de estos brillantes seres, conozcámoslos más de cerca pero sin alterar su hábitat para que cada verano disfrutemos de su espectacular revolotear. PdC.

 

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