Texto y Foto de Susana Vega López.
Al cerrar los ojos, el olor a sándalo se acompañó de música relajante. Se escuchó una voz que guiaba, daba instrucciones y acompañaba a los presentes a realizar un viaje al interior de uno mismo a través de una ceremonia de cacao con estrellas (¿?). ¿Cómo?
En un resquicio, en una explanada de un hotel ubicado en Polanco, aquí en la Ciudad de México, Chío, María José, Paola y Gimel ya habían colocado sobre un tapete de palma con forma circular una ofrenda que incluía: un cuenco con agua; un caracol; una sonaja de guaje; semillas de frijol negro y blanco; un recipiente con incienso y pequeños palos de ocote; pétalos de rosa; y una vela encendida, por citar algunos objetos.
Los cuatro elementos de la naturaleza: agua, aire, tierra y fuego representados en la ofrenda, donde la tierra es el cuerpo físico; el agua, el elemento de la emoción y el placer; el aire, el intelecto y la comunicación y; el fuego, la fuerza de voluntad y la conciencia personal.
Más tapetes, a manera de alfombra, estaban tendidos alrededor de la ofrenda y listos para recibir a quienes presenciaríamos una ceremonia de cacao con estrellas que ofreció un grupo de mujeres de Querétaro. Todo para vivir una experiencia; una ceremonia dirigida por especialistas en terapias alternativas para sanar física, mental y emocionalmente.
La mañana era cálida. Los árboles que sirvieron de muro a este convivio al aire libre regalaban su sombra. A un costado, un tablón que, a manera de mesa, portaba botellas de agua, flores, una caja de cerillos y una gran olla de barro con chocolate de agua que se mantenía caliente al posar en una parrilla eléctrica, entre otros artículos.
Este chocolate con agua esperaba ser servido en pequeñas jícaras para cumplir su misión: apapachar al asistente y ayudarle a “abrir su corazón”, de manera tal que uno a uno recibimos nuestra bebida y la tomamos a capricho ya sea a sorbitos o de un jalón.
Una terapia ceremonial donde el cacao -un producto mexicano ancestral- se combina con diminutas estrellas de papel de colores que portan los guías para ayudar a reconectar con ese poder interior que tenemos y que permite crear la vida que queremos, que deseamos, que anhelamos.
Fue una sesión retadora al estar en un espacio abierto, con sonidos y/o ruidos externos de máquinas excavadoras; claxon de automóviles en circulación que llevaban prisa sobre Paseo de la Reforma; vocecillas de vendedores a lo lejos; el aire que soplaba con libertad.
En otro costado, una gran lona que la Secretaría de Turismo de Querétaro colocó sobre el adoquín a manera de distintivo para reafirmar su compromiso de posicionar el destino en turismo de salud y bienestar; el turismo wellness.
Nos convocan a situarnos en sendos tapetes; en automático los presentes se quitan los zapatos -pocos se abstienen- y enseguida, los calcetines -la mayoría lo hace-. La guía espiritual junta sus palmas como si fuera a rezar -sin que nos lo pida, la imitamos- y nos pide cerrar los ojos, concentrarnos en el aquí y el ahora.
Después comienza a pedir que nos imaginemos que somos una luz, una chispa que recorre nuestro cuerpo; que toca el corazón y pide permiso para entrar e ir al interior; que te veas cuando eras más joven… y así hasta llegar al momento en que te encuentras en el vientre materno; luego más allá, en el espacio, en el universo…
Rocío, Chío, Díaz Leal, astróloga comenta que se combinó una terapia ancestral (el cacao) “que ayuda a apapacharnos y a abrir el corazón donde entran los maestros de las estrellas a llenarnos de magia para reconectar con ese poder interior que tenemos para crear la vida que queremos”.
Afirma que hoy, la energía nos pide salir de la jaula, de febrero a diciembre cita la especialista, que Lilith (un ser mitológico) nos reconecta con la oscuridad que habita en uno. Se habla de la niña libre.
Se dice que Lilith se transforma en una figura compleja y a menudo contradictoria; se considera la primera esposa de Adán hasta convertirse en un símbolo de rebeldía y autonomía femenina, la historia de Lilith refleja las tensiones y los cambios en la percepción social de la mujer a lo largo del tiempo.
Y es que, se aclara, todo ser humano está compuesto de hormonas femeninas y masculinas sin importar si eres hombre o mujer por lo que Lilith se aprecia, con frecuencia, como un ícono del feminismo y la lucha contra las estructuras patriarcales. La figura de Lilith nos desafía a cuestionar y reevaluar la percepción sobre la mitología, la religión y los roles de género.
Luego Chío refirió que “en Yo soy Congreso Holístico ayuda a reconocer la energía femenina, destruyendo y descreando el enojo para equilibrar las energías”.
VIVIR EN PAZ IGUAL A SER FELIZ
En “Yo soy congreso holístico”, intervienen sicólogas y expertas en: terapia gestal, constelaciones familiares, astrología, reiki y otras disciplinas, cada una con su talento para trabajar con el plano mental, con lo sicológico, con la respiración y lo transgeneracional.
Dijo que si te sientes perdido en un laberinto; te falta paz; te sientes en un lugar encerrado, con estrés y/o no sabes qué hacer, se deben considerar estos momentos porque vivir en paz es igual a ser feliz.
Todos pueden participar; las herramientas están ahí para quitar el estrés, la depresión y la ansiedad que se ha vuelto moda en estos tiempos donde prevalece el miedo, la angustia, los temores.
Las cuatro terapias: transgeneracional, cuerpo físico, mental y emocional permiten generar un cambio en la persona por lo que “todos nos deberíamos tomar, por lo menos, una al mes para vivir estas experiencias que nos ayudan a integrar, ordenar y observar la vida.
LA RESPIRACIÓN
La respiración -un hecho tan cotidiano y normal que se hace de manera automática- debe ser consciente, manifestó. “normalmente tendemos a vivir en el pasado o a vivir en el futuro y nos olvidamos de este momento que estamos viviendo. La respiración genera un proceso en el sistema inmune que hace que todas las memorias de dolor salgan a través de la respiración”.
Nuestro cuerpo “es un templo en donde se viven momentos intensos de dolor, tristeza, nostalgia, enojo, coraje… y muchas veces, como no se tuvo la enseñanza de hablar las cosas, de sacar el enojo, de sacar la tristeza, de no guardar esos sentimientos -sobre todo en los hombres a quienes se le inculcó no llorar ‘porque si lo hace no eres hombre’-, pues las personas tienden a hacerse un daño involuntario que sigue presente si no se le ataca”, aseguró.
En este tipo de actividades “la respiración nos ayuda a ir a profundidades que ni siquiera somos conscientes y las rompemos mediante la guía al llevarlos al interior de su cuerpo porque trabajamos energía para desbloquear… Sólo es cuestión de permitirse entrar a este proceso”.
CACAO, MEDICINA ANCESTRAL PARA UN VIAJE ESPIRITUAL
En tanto, María José Cerecer, terapeuta holística que forma parte del equipo para esta conexión con el ser, indicó que la ceremonia del cacao a través de la ingesta, de la toma de la medicina ancestral “es divina y nos ayuda a abrir el corazón”.
Aseguró que muchas veces buscamos respuestas de nosotros en los entornos, en las parejas, en los hijos, en los demás “y la realidad es que la única respuesta está en nuestro interior”.
El cacao, insistió, “nos ayuda a través de este viaje interno a conectar con nuestro centro. Es por eso que con estos ejercicios se sale más tranquilo, más relajado, expandido. Aquí hacemos nuestra versión más auténtica; aquí se pide que el cacao nos abra el corazón y que nos muestre lo que estamos listos para ver”.
Este ejercicio de meditación se convierte en un viaje de regreso a toda nuestra historia para llegar al origen, al inicio, donde nuestra alma eligió venir a esta escuela (la Tierra) para experimentarnos en el todo, para ser más humanos, para conectar con el alma, con el amor, con la tristeza, con el enojo, lo que sea que nos muestre, pérdida o dolor, o alegría… porque todo es un instante que podemos ver con amor, agradecer, para alejarnos del sufrimiento y poder aprender y crecer”.
Todas aquellas personas que han vivido relaciones, tóxicas, tormentosas o amistosas pero que no te hacen feliz deberían sumarse a estos encuentros. “Y es que esperamos que otros nos ayuden, nos entienda, nos procuren, pero lo cierto es que quien me tiene que ver, valorar y procurar soy yo misma”.
Aquí se empieza el viaje del reconocimiento propio, de la sanación, de afrontarse a los momentos complicados; echarse un clavado a lo que duele y a lo que aqueja “y todo lo que viene del interior es difícil reconocer; es más fácil ser víctima y echarle la culpa al de al lado. La realidad es que nosotros, uno mismo, es el responsable de lo que nos sucede”.
Se encuentran habilidades, “y despiertas cierta sensibilidad que hay que compartir para expandirte y sanar más; es cuando la sanación realmente cobra sentido. Verte a los ojos, reconocerme en ti y que tú te reconozcas en mí y poder decir que somo uno y te acompaño, y me acompañas. Hay que sembrar esa semilla de amor en todo para reconocernos desde lo más profundo”.
María José también trabaja ceremonias, bodas, cumpleaños, despedidas para cuando pierdes un ser querido, terapias de luna, de hielo, holísticas, energéticas desde el kundalini, (la apertura del ser y de los caminos donde se activa el cuerpo físico), activación del ser y alinea los chacras.
SALUD MENTAL, PARTE DE LA CANASTA BÁSICA
Por su parte, Paola González, sicóloga indica que la ceremonia del cacao y las estrellas permite tener un espacio de meditación y conexión con emociones porque se trabaja a nivel mental, emocional, físico y energético.
La salud mental debería ser parte de la canasta básica y tomarla en cuenta pues a partir de la pandemia, todos estos trastornos de ansiedades y depresión incrementaron, por lo que es importante tener espacios para conectar con la calma, el silencio, con nosotros, para poder pausar. Constantemente la vida nos mueve y exige demasiado y debemos hacer algo por nosotros, consideró.
Finalmente, Gimel Salomón, cofundadora de “Yo soy congreso holístico”, señaló que es un espacio con diferentes herramientas que te ayudan a conectar contigo mismo en un viaje a tu interior.
Muchos tienen el ceño fruncido y no lo saben, no están conscientes de que tienen cara de enojado. Vivir esta experiencia te hace consciente y te transforma, concluyó.
Los costos de las terapias van desde los 150 pesos el intercambio energético.
Pdta.: muchos salimos relajados e, incluso, algunos colegas no pudieron contener las lágrimas, se les quebró la voz y dijeron sentirse aliviados porque “tenían algo atorado”. PdC.